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El Pollo de Tlalpán. Daniel Reyes

ESTO

24, febrero 2015 - 9:37

24 febrero 2015. Daniel Reyes

SIN SANGRE
EXISTE un grupo de animación que apoya a la Máquina azul que se denomina La Sangre; un mal día se les ocurrió invadir la cancha del estadio azul para hacer patente su descontento con el accionar del conjunto celeste; la directiva de los cementeros se molestó muchísimo, tanto, que desde la cúpula de la Cruz Azul se escuchó atronadora la voz de don Billy Álvarez decretando: “No más sangre; este equipo se queda sin sangre”.
Alguien que seguramente no conocía el contexto de la petición lo entendió a su manera y corrió la voz por las entrañas del equipo; todos lo razonaron a su modo y lo patentizaron: “Debemos ser un equipo sin sangre”
El sábado por la tarde dieron una clarísima muestra de ello.
Antes de ponerse en ridículo, hicieron un gol que de lo bonito podría vivir en cualquier sala de un museo dedicado a las bellas artes; movimientos sin balón, atracciones, paredes, un lujo y gran definición; luego comenzaron a “cruzazulear” y ¡pum! Se les fue el espíritu, se les desinflaron las amígdalas y se les evaporó la sangre.
Para empezar jugaban contra un equipo que está viviendo los peores momentos de su gloriosa historia: el rebaño celestial; dominaban el encuentro y hacían suponer que aquello terminaría en masacre, pero poco a poco volvieron a ingresar a esa dimensión desconocida donde son capaces de regalar lo que sea a cambio de nada y sin explicación alguna; cómo estarían de mal que “Alemao” era un torbellino, una válvula, un motor; con todo respeto el brasileño está tan limitado como un viaje de dos días ¿Cómo estarían sus compañeritos?   
En la media cancha el señor Torrado no contiene ni un estornudo y ya no hablemos de dar un pase bien, el padre tiempo ya le pasó la factura, ya no quedan polvos de aquellos grandes lodos; El “Chaco” Giménez sigue siendo ese gran espejismo, pues nadie escatima un elogio para Cristian, pero son contados los buenos juegos que ha dado como azul; Formica y Rojas ¡qué caso! Dos tipos que no dan una nunca; Mauro se la pasa cual astronauta, flotando en la delantera, pero tal como diría mi santa y pía abuelita: “No ata ni desata”; y lo de Joao es espeluznante, un tipo que corre, dribla y se burla hasta a su sombra, pero que a la hora de tirar o pasar ¡ay nanita! Nunca pero nunca lo hace bien.
Renglón aparte merece el guardameta Chuy Corona, de innegable capacidad, pero que tiene una terrible fobia a volar cerca de los postes y tal como lo hizo el sábado anterior en los dos goles, encoge sus manitas, no sea que se las vaya a estropear; luego está el caso del novel Rafael Baca, que tuvo la oportunidad de oro para convertirse en el salvador del partido y lleno de pánico a seis metros de la portería la mandó fuera.
Más allá de que a todos se les olvidó meter la pierna, desgastarse, vamos, morirse en la raya.
Creo que es tiempo de que don Billy se reúna con sus muchachos y les explique que lo de “La sangre” era por el grupo de animación; que ellos (los jugadores) le tienen que poner sangre, corazón y vida; y tienen que defender sus colores como lo que son: profesionales.
A ver si no, en ese junta, se asustan hacen pucheros y se ponen a llorar.

Cierro con una obra titulada “Hueco”
¿Qué le sucede a ese tren?
Pues tiene terrible ausencia.
Dígame del uno al cien,
¿cuánto tiene de Vergüenza?
 
Y si no, quéjense a la FIFA.
Twitter: @pollodetlalpan