Con la tecnología de Google Traductor

PARÍS 2024

Desde tierras mundialistas. Alberto Lati

Itzel Ubiarco

21, octubre 2014 - 8:57

21 octubre 2014. Alberto Lati

PESE a que el evento de prueba no podrá ser de la forma en que la Federación Internacional de Tenis (ITF) lo había deseado, finalmente el complejo olímpico de este deporte va en camino para ser terminado con puntualidad.
Francesco Ricci Bitti, quien encabeza tanto el organismo rector del tenis como la Asociación de Federaciones de Deportes Olímpicos de verano, efectuó meses atrás una serie de declaraciones muy severas en contra de Río 2016. Fue él quien encabezó las voces de protesta al aseverar que era “la situación más crítica en cuanto a preparativos de los últimos veinte años”; parte de su molestia se atribuía a que la ITF tenía planeado efectuar el torneo de prueba de tenis en agosto de 2015 (la misma fecha en que será el certamen olímpico, pero un año antes), lo cual, como el dirigente temió, no ha sido cumplido.
Luego de inspeccionar los avances de la obra, Juan Margets, vicepresidente de la ITF, ha admitido que “negar que hubo cierta preocupación sería ignorar todo lo que ha pasado. Pero esta visita confirma que las cosas están en rumbo adecuado. Estamos satisfechos con la evolución”. Con esas palabras, la controversia parece cerrada y Río 2016 respaldado: el evento de prueba no será como se exigía, aunque la instalación por fin avanza y la armonía se restablece.
El tenis fue uno de los primeros deportes que desafiaron los obsoletos sistemas para determinar si un competidor era profesional o amateur, y ya en Seúl 88, durante su regreso al programa olímpico tras sesenta años de ausencia, tuvo presentes a algunas de sus mejores raquetas.
No obstante, su relevancia ha crecido conforme transcurren los años, al grado de que hoy tienes tintes muy similares a los de cualquier Grand Slam, con los principales exponentes peleando por las medallas.
En Londres 2012 la final varonil fue entre Andy Murray y Roger Federer, así como en semifinales quedaron Novak Djokovic y Juan Martín del Potro. Bastan esos nombres para comprender que los mejores tenistas ya toman con seriedad máxima la posibilidad de subir a un podio olímpico.
Federer, en particular, buscaba en Londres lo único que nunca ha logrado, que es la medalla de oro en singles (en dobles ya la conquistó). Parecía su última ocasión, pero dada la vigencia que mantiene con 33 años, nadie duda que en Río 2016 estará disputando esa gloria en sus quintos Olímpicos consecutivos.
Como dato adicional, las autoridades cariocas pretenden aprovechar el nuevo complejo de tenis, ubicado en Barra de Tijuca, para organizar cada año una competición de categoría Masters 1000, lo cual implicaría un importante legado para el deporte de todo Brasil.
Twitter/albertolati