NINGÚN evento de prueba tiene sentido si no se utiliza para extraer conclusiones y mejorar con vistas al certamen cumbre.
Cerrar una regata de vela previa a los Olímpicos de Río de Janeiro 2016 en la que hubo tal grado de contaminación que aparecieron perros muertos en las olas, y encima de todo decir que fue un éxito, confunde demasiado.
Acaso resultó un éxito precisamente porque les dio pauta para descubrir males que todo habitante de Río de Janeiro ya conoce y de memoria: que la bahía de Guanabara se compone de aguas casi residuales, de ahí que en esa playa se hace deporte, mas nadie se mete a nadar o refrescar al mar (del cual a menudo brotan pestilentes olores). Acaso fue un éxito porque permitió al Comité Organizador por fin poner en marcha su programa de eventos de prueba. Acaso fue un éxito porque el resto, más allá de la contaminación, transcurrió bien (aunque, al mismo tiempo, trasciende que fue una competencia muy pequeña, lo que haría dudar de si desafió o probó los esquemas logísticos planteados).
Las preguntas son demasiadas y remiten a los partidos premundialistas que albergaron los estadios de Brasil 2014 sí terminados con más de cinco meses de antelación: en la mayoría de los casos hubo problemáticas después replicadas en plena Copa del Mundo (me refiero a accesos, seguridad, falta de capacitación del personal, abasto insuficiente en las tiendas del escenario, condiciones del césped, tráfico).
De tal forma que Río 2016, a poco menos de dos años de su inauguración, reanudará con sus eventos de prueba de cada disciplina a mediados de 2015, mismos que se prologarán hasta mayo de 2016. Maratón, remo, hipismo, ciclismo de ruta, pista y campo… Con una disyuntiva: que si pase lo que pase, como la semana pasada en la Bahía de Guanabara, se declarará que fueron un éxito, entonces mejor que se eviten el esfuerzo.
Una competencia en la que aparece semejante dosis de porquería frente a las embarcaciones no puede haber sido un éxito… Sólo lo será si en agosto de 2016 eso cambia diametralmente.
Twitter/albertolati