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PARÍS 2024

El Pollo de Tlalpán. Daniel Reyes

María Vega

8, agosto 2014 - 9:02

08 agosto 2014. Daniel Reyes

Controversias

HACE muchas, muchas lunas, con sus soles, este su seguro servidor tenía domicilio particular en Madrid, muy cerquita de la Puerta de Toledo, a tres pasos del Vicente Calderón; ahí contaba, entre otros, con un entrañable amigo: Camilo; él se desempeñaba como jugador del Atlético de Madrid en el extremo derecho; yo como centro delantero en el Madrileño de la segunda, y aunque en diferentes categorías, vivíamos en el mismo edificio.

Camilo procedía de El Ferrol, un equipo de la provincia gallega, allá en la frontera con Portugal.

Todas las tardes nos juntábamos para diversificar nuestro entretenimiento, peloteando en la casa de campo, yendo al cine, escuchando música o parloteando simplemente.

Un aciago día le llegó una notificación a Camilo, la cual le acusaba de traidor, al haber firmado un contrato con El Ferrol, y otro con el Atleti; al día siguiente los encabezados de los principales diarios deportivos madrileños; le pronosticaban una tercera firma; ahora con el “Carabanchel” en aquel entonces la penitenciaría de Madrid.

Camilo lloró, mientras me contaba la historia; él nunca había firmado algún documento que le impidiera fichar por el Atlético; juraba que las rúbricas que presentaban eran las que estampó, obligatoriamente en su estancia en Ferrol; esas que aclaran aceptar un examen físico, o la unión por un periodo claramente establecido, pero jamás, las que obligan a una eternidad unilateral, jugando como esclavo por derecha (o izquierda; según mandase el amo)

Sin ser investigadores avezados, ni cosa que se le pareciera, llegamos a la conclusión de que algún malaentraña quería sacar tajada del momento, intentando sangrar a los rojiblancos por la ficha de mi carnal.

Observando el caso de Alan Pulido con (o contra) los tigres del norte, me llega una marea de sentimientos cruzados, pues no es correcto, ni justo ni necesario, que alguien intente hacer la vida cuadriculada a otra persona, por simple placer o por sacar ventaja.

Hoy día, es muy complicado conocer la verdad, primero porque no vivo en el mismo edificio que Pulido; segundo porque no soy su amigo; tercero porque no hemos ido a la parte vieja de Madrid a comernos unas tapas, tomarnos unos vinagres, y bailado con unas mozas; ni le hemos hecho homenajes a la playera del “Ratón” Ayala; y cuarto porque nunca he cruzado palabra con Alan.

Estoy seguro de que si Pulido Izaguirre actúa de la forma en que lo está haciendo, es porque le asiste la razón y el derecho internacional a exigir libertad.

¿Pues quién en su sano juicio se avienta un tiro contra los poderosos Tigres sabiendo que, si se quiere pasar de listón, no tiene oportunidad de ganar?

Por cierto, aquellos días en Madrid, Camilo ganó la controversia, pues se comprobó que nunca actuó de mala fe.

Cierro con una obra titulada “duplicado”

Resulta caso oneroso,

Que Pulido con sinergia,

Desafíe a un Poderoso

En desigual controversia.

Y si no, quéjense a la FIFA

Twitter: @pollodetlalpan