Miguel Borja ya pisó territorio mexicano. El delantero colombiano, elegido como la apuesta ofensiva de Cruz Azul para el Clausura 2026, aterrizó en el país en medio de expectativa y discreción, consciente de que su llegada se ha dado mientras en La Noria aún se resuelve la incógnita de la plaza de No Formado en México que permitirá su registro oficial.

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Antes de llegar a la capital, Borja hizo una escala poco común para un refuerzo. Primero conoció las playas de Cancún, desde donde se trasladó directamente a la Ciudad de México. Su arribo no pasó desapercibido para algunos aficionados que se acercaron ilusionados por verlo, aunque el sudamericano se mantuvo reservado y sin dar declaraciones.

La razón fue clara. Borja todavía pertenece contractualmente a River Plate hasta el 31 de diciembre, situación que le impide hablar públicamente como jugador de Cruz Azul o firmar cualquier documento alusivo a su próximo club. Incluso, por indicación de gente del staff celeste, el atacante evitó firmar autógrafos o posar con objetos del equipo, para no generar conflictos administrativos antes de que su vínculo con el conjunto argentino termine.

¿Cuándo firmará Miguel Borja con Cruz Azul?

En Cruz Azul el plan está trazado. Primero se contempla que en las próximas horas se someta a la revisión médica y después proceda con la firma de contrato por dos años, con opción a un tercero, una vez que quede completamente desvinculado de River Plate. El club tiene previsto anunciarlo entre el 2 y el 3 de enero, ya como refuerzo oficial para el Clausura 2026, y realizar su presentación formal en las instalaciones de la Cooperativa a más tardar el 5 de enero, una vez que esté liberado en todos los aspectos contractuales y se haya resuelto el tema del cupo extranjero.

El colombiano llega como el hombre para fortalecer el ataque del equipo que dirige Nicolás Larcamón. Sin embargo, su incorporación no ha sido sencilla. Cruz Azul debe liberar una plaza NFM para poder registrarlo, una decisión que mantiene en tensión al entorno celeste y que involucra posibles salidas como las de Lorenzo Faravelli o Mateusz Bogusz.

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Por ahora, Miguel Borja ya está en México, pero aún no es oficialmente celeste. La cuenta regresiva ha comenzado para que el colombiano vista de azul, mientras en La Noria se libra una carrera contra el tiempo para resolver el último obstáculo administrativo y darle luz verde a la apuesta que pretende cambiar el rumbo del ataque de Cruz Azul en 2026.