La agresividad en exceso le jugó en contra a los Buffalo Bills, que perdieron su trono en la división Este de la Conferencia Americana por primera ocasión desde el lejano 2019.

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Los pupilos de Sean McDermott habían reaccionado en el último cuarto, pero echaron por la borda su remontada al jugársela y fallar la conversión de dos puntos que decretó el triunfo (13-12) de los Philadelphia Eagles en uno de los choques más atractivos de la Semana 17. Con este resultado, la visita mantiene vivas sus esperanzas de llegar hasta el segundo lugar en la siembra de la Nacional, mientras que los New England Patriots se aseguraron el título de su sector en la AFC.

El partido se dividió en el dominio de los visitantes durante la primera mitad, donde anotaron 13 puntos sin respuesta y blanquearon a su oponente. En el complemento, fueron los Bills quienes no permitieron ningún tanto y registraron dos touchdowns en el último cuarto.

Bills se quedó corto ante dominio defensivo de los Eagles

En ambas ocasiones que llegaron a la zona prometida, Buffalo se fue con las manos vacías primero en el punto extra y posteriormente en una conversión para ganar, con apenas cinco segundos restantes en el reloj. McDermott perdió la confianza en su pateador Michael Bagdley, quien a lo largo de la temporada había fallado cuatro intentos de puntos extra.

Josh Allen tuvo en sus manos la posibilidad de convertirse de nueva cuenta en el héroe de su equipo, pero falló un pase que parecía sencilla en dirección de Khalil Shakir, quien estaba totalmente desmarcado. El silencio invadió el Highmark Stadium en medio de la celebración del vigente campeón de la NFL, que, sin jugar bien a la ofensiva, le alcanzó para ganar en uno de los campos más difíciles.

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Jalen Hurts apenas convirtió 13 de sus 27 envíos para 110 yardas y un touchdown, sin intercepciones; el corredor Saquon Barkley tuvo el balón en 19 oportunidades y únicamente sumó 68 yardas terrestres. El resultado fue muy similar para las estrellas de Buffalo. Allen lanzó para 241 yardas, con dos acarreos a la zona prometida, mientras que James Cook colaboró con 74 yardas por tierra, muy por debajo de su promedio.