Hay muchos objetos que más allá de su valor material o económico, en realidad lo tienen en lo sentimental, y un ejemplo de ello pueden ser las monedas. Y aunque muchas de ellas tienen en realidad un alto valor económico por diferentes factores, hay algunas que por ser edición especial, se vuelven únicas y por ello coleccionables, como por ejemplo: el Mundial y Juegos Olímpicos. 

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Y prueba de ello, son las que tiene coleccionadas Sergio Guevara. Un mexicano que encontró la manera de combinar sus dos pasiones: la colección de monedas y el deporte.

Desde la década de los 90, Sergio comenzó a coleccionar monedas, pero lo hizo con unas muy particulares, ya que tiene las conmemorativas de los Mundiales y Juegos Olímpicos que se organizaron en México, por lo que entre sus tesoros más valioso están las monedas de México 70, México 86 y los Olímpicos de 1968.

“En sí la este la colección de monedas del Mundial nace porque mi esposa me regaló un set que salió aquí en México en 1985, y esas son las tres primeras monedas con las que yo inicié la colección.

“Esto se vuelve un vicio o una afición, como me dijo una vez un señor al cua le platicaba porqué adquiríamos también timbres filatélicos, timbres postales, relacionados también con los deportes, entonces él dijo: ‘Sólo si tienes dinero, dedicáte a esto’. Algunos me dicen, ‘¿en cuánto valoras tú?’. No tiene valor, definitivamente no tiene valor; por ahí empieza el asunto de la de mi colección, siempre he sido un apasionado de los deportes y cualquier situación que tenga que ver con deporte” dijo a ESTO.

“A mí me han gustado siempre el futbol y otros deportes, pero no todos tienen una colección deportiva. Entonces, cuando yo enseño mis fotos de lo que tengo, me preguntan”.

Son decenas de monedas de diferentes las que conforman la colección de don Sergio, algunas que no están relacionadas con deportes, o algunas únicas como la que tiene la cara y firma de Pelé, y algunas significativas por la complejidad para conseguirlas, aun así, para él, las más importantes son las que le dió su esposa Leticia.

“Definitivamente he comprado muchas, pero no tienen un valor tan significativo como las que me regaló mi esposa. Por supuesto, son las más importantes al final de todo. Luego adquirí otras monedas, pero tampoco sabía cuál era la colección completa.

“En ese tiempo era más aficionado al futbol, tenía mucho interés en las monedas y entonces daba mis paseos por todas las casas de moneda, y entonces no había información acerca de eso (de colecciones de monedas)”, comentó.

Son decenas de monedas las que integran la colección de Sergio Guevara. La mayoría de ellas son relacionadas con el deporte, ya sea de las dos Copas del Mundo que se hicieron en México tanto en 1970 y 1986. Así como los Juegos Olímpicos de 1968, pero no son sólo monedas mexicanas, ya que también tiene divisas de otros países. Pero también relacionadas con eventos deportivos; tiene monedas de Mundiales como Uruguay 1930, Sudáfrica 2010, Francia 1999, o los recientes Juegos Olímpicos de París 2024.

“Hay cientos de monedas de los Juegos Olímpicos no sólo de México. Sino que en la misma Olimpiada de México, por ejemplo a Estados Unidos se le ocurrió sacar 10 monedas. A Alemania sacar 10 monedas con la leyenda que dice Juegos Olímpicos en México, y así hay muchas.

“Entonces, esa gama de monedas tanto Olímpicas como de campeonatos mundiales. Y se hace gigantesca y cuando uno sale del país y es aficionado a ciertas cosas. Vas buscar una tienda y saber qué se encuentra uno con que ese país”, dijo a ESTO.

¿Cómo se cuida una moneda de Mundial?

Sergio Guevara explicó que cualquier detalle puede, ante los expertos. Restarle valor a las monedas, y para ello requieren de cierto cuidado; sin embargo, el coleccionista mexicano. Las tiene sólo por gusto, y no por negocio, por lo que reconoció que no las cuida como debería.

“Lo primero es no tocarlas con la mano, por lo menos uno tiene que lavarse las manos antes. Lo supe ya después de que ya había agarrado mis monedas y les decía a todos que vieran mis monedas. Yo no soy cuidadoso.

“Con las manos hay que traer un guante y en sí la moneda. Pues tiene que estar encapsulada, ya sea en unos cuadritos que venden con cartón o en un acrílico para que no les dé el ambiente. Pero a pesar de todo eso se oxidan. Son a veces tan microscópicos los detalles, en la revisión te dicen ‘esta moneda tan valiosa. Que tienes ya no vale tanto porque la descuidaste’, y eso pasa”, explicó.

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