Mientras el Estadio Azteca lleva a cabo su transformación para convertirse por tercera vez en su historia en sede mundialista, de cara al Mundial 2026, las colonias que lo rodean viven una realidad complicada con el suministro de agua: tandeos de uno o dos días por semana, meses enteros sin servicio en temporada de calor y cientos de pipas circulando cada día para suplir un sistema que, según sus habitantes, está al borde del colapso.

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El problema del agua en Santa Úrsula y las colonias aledañas no es una novedad, de hecho, las protestas de la comunidad datan ya de varios años atrás. Sin embargo, con la remodelación del Coloso y la llegada del Mundial, los vecinos temen que la situación se agrave, pues, aunque en una audiencia celebrada con la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, ésta aseguró que “la prioridad es el pueblo, la gente, las necesidades básicas y los derechos de la población”, los vecinos no consideran que sea verdad.

Natalia Lara Trejo, quien vive a un kilómetro del estadio Azteca, en la colonia Pedregal de Santa Úrsula, asegura que el problema no es que no exista el recurso, más bien, afirma que el agua ha sido tomada por grandes corporaciones a través de concesiones, y señala a Televisa como una de ellas, la cual, desde el punto de vista de la comunidad, poco a poco los hace a un lado.

“Aquí no es que falte agua: es que alguien se la está llevando. Y las obras del Azteca solo hacen pensar que va a empeorar”, dijo a ESTO. 

Obras para el Estadio Azteca para el Mundial 2026 dejan sin agua a los vecinos de Santa Úrsula

Desde 2021, cuando se anunció el proyecto Conjunto Estadio Azteca, que incluía centro comercial, oficinas y estacionamientos, comenzaron las movilizaciones vecinales. Aunque ese plan no avanzó, Televisa ya tenía un pozo concesionado desde 2019.

De acuerdo con documentos de Conagua en poder de ESTO, obtenidos a través de la solicitud de transparencia con folio: 330009424001963, dicho pozo fue concesionado a Televisa desde el 27 de junio de 2019, está ubicado en Av. Estadio Azteca No. 42, extrae 50 litros por segundo y no hay recibos de pago disponibles de la concesión 811078 (de Televisa), un vacío de información que los habitantes consideran alarmante en una zona oficialmente catalogada con “grave insuficiencia hídrica”.

Sin embargo, a consulta directa de este diario, Grupo Ollamani, filial de Televisa y empresa controladora del Estadio Azteca, informó que “desde abril de 2023 se cedió al Gobierno de la Ciudad de México –de forma total, temporal y sin ningún costo– el uso y aprovechamiento del volumen total de agua amparado mediante dicha concesión: 450 mil metros cúbicos anuales”.

Es decir, de acuerdo con la empresa, el volumen total de agua es casi tres veces menor a lo que se menciona en el título de concesión del pozo, que hoy es administrado y distribuido directamente por el Sistema de Aguas (Sacmex) de la CDMX. Fuentes de la empresa aseguran que el Estadio Azteca opera en su totalidad con aguas tratadas en plantas propias.

Televisa tiene un pozo concesionado en Santa Úrsula

Sin embargo, los vecinos temen que, una vez que la empresa reactive su proyecto o modifique sus acuerdos con el gobierno, esa fuente desaparezca. “No podemos depender de un privado para tener agua. Cuando Televisa quiera activar su proyecto, nos la van a quitar”, advirtió Adolfo Lara, vecino de Pedregal de Carrasco.

Adolfo también apunta a que el pozo está “demasiado cerca de otros pozos públicos y está afectando su rendimiento”, una preocupación para las colonias que históricamente dependen del acuífero de los Pedregales.

Vecinos coinciden en que el problema no comenzó con el Mundial, pero el torneo amenaza con profundizarlo. En mayo, algunas colonias pasaron hasta un mes sin suministro. En otros periodos, apenas reciben líquido uno o dos días por semana. Y cuando la red no aguanta, la única alternativa es pagar pipas: hasta 200 diarias cargan agua en la garza de San Lorenzo Huipulco, aseguran los propios habitantes.

Natalia lo explica desde su experiencia cotidiana: “Esa agua sale del mismo subsuelo del que vivimos. Y mientras nosotros vamos contando los días sin agua, las empresas siguen extrayendo”, dijo.

Vecinos de Santa Úrsula amenazan con maniferstarse en la inauguración de la Copa del Mundo 2026

Al problema del agua se suma una preocupación que va más allá del desabasto doméstico: el impacto territorial, social y cultural que el Mundial y sus obras podrían provocar en los pueblos y barrios originarios de la zona. Rubén Ramírez, autoridad tradicional del pueblo originario de Santa Úrsula Coapa e integrante del Frente para la Defensa de los Derechos de los Pueblos y Barrios Originarios en la Cuenca de Anáhuac, condena los hechos.

“La infraestructura que tenemos ya no es suficiente. Lo vimos en las inundaciones. La ciudad está entrando en caos y el Mundial va a exhibir ante el mundo la ineficiencia de nuestro sistema hídrico, de movilidad y de seguridad”, asegura. 

Rubén asegura que los megaproyectos en la zona, incluidas las obras del estadio, están acumulando beneficios para empresas privadas a costa de los habitantes.

“Este evento no va a beneficiar más que a unos cuantos. A la gente de la ciudad no le va a beneficiar en lo absoluto. Al contrario, nos va a perjudicar: alza en los servicios, alza en la vivienda, despojo.”

Para los pueblos originarios, el conflicto no es solo material, también es jurídico. “No ha habido consulta ciudadana ni consulta indígena, como obligan la Constitución federal y la de la Ciudad de México”, acusa. “Es nuestro derecho defender el agua, el territorio, nuestra cultura y nuestra forma de vida.”

Rubén advierte que, si las autoridades no actúan, los pueblos lo harán: “Ya estamos cansados de escuchar ‘sí, sí, sí’ sin resultados. Lo que sigue es salir a la calle a exigir nuestros derechos. La ciudad es de nosotros, no de los funcionarios.”

Colonos aseguran que el Mundial de 2026 no trae beneficios para Santa Úrsula

De acuerdo con el artículo 57 de la Constitución Política de la Ciudad de México en su capítulo 8, los pueblos originarios tienen la facultad de “Organizar las consultas en torno a las medidas legislativas, administrativas o de cualquier otro tipo susceptibles de afectación de los derechos de los pueblos y barrios originarios”, además de “Diseñar, gestionar y ejecutar los programas de restauración, preservación, uso, aprovechamiento de los bosques, lagos, acuíferos, ríos, cañadas de su ámbito territorial; así como de reproducción de la flora y fauna silvestre, y de sus recursos y conocimientos biológicos”, por lo que las demandas de los pobladores de Santa Úrsula tienen un sustento legal. 

Para los más de 300 mil habitantes que viven alrededor del Estadio Azteca, la exigencia es una sola: que antes de pensar en el Mundial del 2026, la ciudad garantice su derecho humano al agua y detenga la entrega del territorio a megaproyectos que, advierten, podrían dejarlos secos.

La  llegada del Mundial no está acompañada de un plan integral que garantice agua para las colonias, protección del acuífero o participación ciudadana real. Más bien, alertan que podría detonar gentrificación, encarecimiento, más presión sobre el subsuelo y mayor inseguridad hídrica.

“El Mundial va a traer problemas: basura, congestión, falta de seguridad, alza de precios. Y nadie nos va a proteger más que nosotros mismos”, concluye Rubén, quien además lanza una advertencia, pues de no ser escuchados, están dispuestos a paralizar la inauguración mundialista pactada para el 11 de junio del 2026. 

“Ya despertamos. Y no vamos a permitir que el agua y el territorio se entreguen a intereses privados”, concluyó.

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