De esos momentos en donde no se sabe realmente a dónde llegaste, pero finalmente Guillermo Almada aterrizó en el Real Oviedo y este sábado tuvo su debut con el cuadro azul desde el banquillo, uno que no fue del todo dulce y que solo es una señal de que tendrá que hacer mucho por el equipo si quiere salvarlos del descenso.

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Un insípido empate a 0 ante el Celta de Vigo fue el resultado entre dos equipos muy opuestos en la liga española.

Guillermo Almada debuta como técnico del Oviedo

Llegó la jornada 17 en la Liga Española, misma en la cual Guillermo Almada haría su debut como entrenador del Oviedo. Desde su llegada al técnico uruguayo le quedó bastante clara la encomienda, comenzar a sumar rápidamente para sacar a su equipo de zona de descenso.

Aunque el nombre pueda aparentar lo contrario, Celta representaba una prueba mayor para los asturianos, pues los pericos manejan una gran temporada que los tiene a bordo de puestos europeos, por lo que vencerlos, que era la prioridad, no sería fácil.

Tomando al Carlos Tartiere como su fortaleza, los locales se aferraron a un sistema poco vistoso, aunque con ligera idea al ataque. Claro está que el sistema implementado por Almada no se vería reflejado tan rápido, pero al menos el equipo se mostró combativo.

Por más que los locales lucharon, no hubo forma de abrir al Celta y viceversa, por lo que las acciones del encuentro se convirtieron en un juego donde se transitaba mucho la pelota pero sin llegar a puerta.

Y así pasaron los 90 minutos, con un Oviedo que al final propuso cambios ofensivos en busca de la victoria pero esta nunca llegó. Con un insípido empate a 0, ambos sumaron una unidad, la cual le sirve más al Celta para mantener puestos europeos pero que a los dirigidos por Almada no ayuda mucho, pues siguen en zona de descenso y a 4 puntos de salir de ella.

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