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7, diciembre 2025 - 17:11

┃ Miguel Ángel Mujica

Habitantes de Santa Úrsula protestan contra el Mundial 2026 foto_ Sarahí Melecio

El Mundial 2026 no es lo mejor para todos. Los vecinos de Santa Úrsula han levantado la voz en distintas ocasiones para evitar que el evento se lleve en su barrio, pero no han logrado ningún avance.
Fue este domingo en el que convocaron, por tercera vez en el año, a una reunión para llamar la atención de las autoridades locales, es decir, del alcalde Giovani Gutiérrez Aguilar, pero también a la presidenta Claudia Sheinbaum.

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Sin cortar la circulación de la calzada de Tlalpan, aunque con una bocina que les ayudaba a mostrar su descontento, los organizadores decidieron colocar estampas y una pancarta grande con el único fin de representar a todos aquellos que no pueden levantar la voz en el barrio del inmueble.

Los vecinos protestan el no tener agua debido a la remodelación del Estadio Azteca para el Mundial 2026

Las imágenes de Donald Trump, Claudia Sheinbaum y Emilio Azcárraga se hicieron presentes, además de un mensaje claro “agua para las casas, no para el Mundial”, luego del supuesto desabasto que viven día con día.

Foto: Sarahí Melecio

ESTO quiso charlar con la cabecilla del proyecto, pero Natalia, como se identificó, prefirió quedarse callada y dejar que la gente presente fuera la que expresara respecto a lo que se vivió el domingo en la mañana.

Las obras del estadio Azteca continuarán, la idea es que quede listo para marzo del próximo año, cuando vuelva a abrir sus puertas para el encuentro amistoso entre la Selección Mexicana y Portugal.

Foto: Sarahí Melecio

Pese a que se habló de que la reunión sería una posada anti mundial, la presencia de inconformes fue mínima, al punto que, los organizadores, prefirieron enseñar un poco de juego de pelota, para que no se aburrieran los presentes.

Después de unos cuantos minutos y de colocar todo lo que les pareció importante, se diluyeron hasta el punto en el que no quedó nadie en el bajo puente del estadio Azteca en Santa Úrsula.

Con algunos vendiendo playeras, el fomento de tomar pulque y la mente puesta en sus objetivos, así fue como se cerró la molestia, que, en un futuro, volverá, aunque, seguramente, con un mayor aforo.

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