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29, noviembre 2025 - 17:12

┃ Rubén Beristáin

Flamengo venció al Palmeiras en la Copa Libertadores. Foto: AFP

Flamengo conquistó la Copa Libertadores 2025 y volvió a levantar el trofeo más prestigioso del continente. En el Monumental de Lima, el gigante rojinegro impuso su jerarquía ante Palmeiras y alcanzó su cuarta corona continental, que ha reafirmado su peso histórico en la Conmebol. El título no sólo retumbó en Brasil, también cruzó fronteras y aterrizó directamente en México. Con este resultado Cruz Azul ya conoce a su rival en el esperado Derbi de las Américas en Qatar, donde chocarán campeón contra campeón por un boleto a la grandeza intercontinental. 0-1, final.

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El imponente Estadio de la U se convirtió en el centro del continente. Con un lleno que reventó las tribunas, se disputó la final de la edición número 66 de la Conmebol Copa Libertadores. En la cancha, dos gigantes brasileños, Palmeiras y Flamengo, ambos en la busca de su cuarta corona.

Desde el silbatazo inicial, el partido se jugó a gran intensidad. Flamengo fue el que intentó imponer condiciones. No fue un dominio aplastante, pero tuvo más intención. Bruno Henrique y Samuel Lino se animaron con remates que, aunque no llevaron verdadero peligro, sirvieron para marcar territorio y obligar al guardameta Carlos Miguel a mantener la concentración.

Partido lleno de tensión entre Flamengo y Palmeiras

El espectáculo tardó en aparecer. Los dos equipos jugaron con freno de mano, con el pensamiento más en no equivocarse que en crear. Palmeiras, más cauto, esperó el error; Flamengo, más adelantado, chocó una y otra vez con el buen orden defensivo del Verdao. Y entonces llegó la jugada que incendió la final. Erick Pulgar llegó con una entrada sobre Bruno Fuchs, un impacto que todo Palmeiras consideró roja directa sin discusión. Los brasileños rodearon al árbitro, reclamaron y exigieron revisión. Herrera, sin embargo, sacó solo la amarilla. Y, para sorpresa de todos, el VAR no intervino, ni una revisión en monitor.

Después de esa jugada, el partido lejos de activarse, se apagó aún más. El balón circuló sin peligro, los equipos se neutralizaron y las emociones pasaron más por los reclamos que por la creatividad o las llegadas claras. Llegó el minuto 60, ese punto en el que muchas finales empiezan a romperse, y sin embargo, el gol no apareció. Ni una genialidad, ni siquiera un error ajeno al libreto. El partido siguió atrapado en su propio letargo.

Flamengo lo buscó más y lo consiguió. Después de más de una hora de un partido cerrado y sin profundidad, una jugada a balón parado rompió el cerrojo. En un tiro de esquina ejecutado por Giorgian De Arrascaeta, el volante uruguayo puso un centro al corazón del área. Danilo apareció, irrumpió desde atrás, ganó el salto por encima de todos y conectó un remate que primero se estrelló en el poste antes de llegar a la red. El Monumental estalló por fin. Flamengo encontró el gol que tanto había buscado y la final de la Copa Libertadores cambió de tono al instante.

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Flamengo es campeón de Sudamérica y el camino está trazado. El próximo gran desafío será medirse al campeón de Concacaf, La Máquina de Cruz Azul, en un duelo que promete sacudir al continente. Brasileños y mexicanos se encontrarán en territorio qatarí. El campeón de la Libertadores ya está listo.