El dramatismo estuvo garantizado y, como generalmente pasa, América salió beneficiado. La caída ante el Puebla fue un hecho en un encuentro que pareció para el olvido, pero la grandeza del equipo de Coapa sacó adelante un resultado que se veía adverso.

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Ramón Juárez, en pleno agregado, metió un frentazo que sacudió la red camotera y le dio el triunfo a las Águilas, 2-1, en una media semana que es clave para las aspiraciones de los primeros puestos.

El Ciudad de los Deportes fue castigado por la jornada doble. El choque lució complicado para ambas escuadras. La Franja planteó una línea de cinco que cerró todos los huecos a un equipo azulcrema que se vio sin ideas con las múltiples bajas que tuvo en el plantel.

La situación fue complicada. La Pantera Zúñiga, Sebastián Cáceres, Chiquito Sánchez, Dagoberto Espinoza, Henry Martín, Alejandro Zendejas e Isaías Violante fueron los ausentes en un 11 que tuvo a gente que suele ser suplente como estelar.

La chispa de los que faltaban dejó a un crema chato, sin ideas al frente y que dependió de la verticalidad de Saint-Maximin y Rayito Rodríguez. La primera llegó hasta los últimos segundos, cuando Fidalgo probó desde fuera del área sin precisión.

La Franja aguantó lo más que pudo. Su solidez defensiva fue mayor gracias a la ineficacia en el ataque. El sueño de ver al francés y a los charrúas en la delantera quedó en una ilusión que generó más dudas.

En el complemento, América se vio sorprendido en un contragolpe camotero. Los poblanos corrieron con Guerra, lucharon con Organista y encontraron en la dupla Marín-Gómez la apertura del marcador. El ex Chivas se la dejó al charrúa, dentro del área, venció a Malagón.

Las Águilas remaron contracorriente. Saint-Maximin lució desesperado, sus regates no lo dejaban avanzar, Fidalgo se quedó sin claridad y Kevin Álvarez fue abucheado cada que tocaba el esférico.

Penal controversial a favor del América

La insistencia colocó a diversas Águilas en el área. Brian intentó desbordar y en novato De la Rosa le puso la mano en la cara. Con un poco de exageración del sudamericano, el silbante y el VAR se colocaron la playera amarilla… ¡Penalti para el América!

Con la renovación firmada y con la mentalidad de que sería el parteaguas en el encuentro, el Rayito hizo lo que tenía que hacer. La presión no existió, Rodríguez, apoyado por todo el inmueble, igualó la contienda.

América fue con todo al ataque. La expulsión de Castillo le pesó a La Franja, que con defensores de tres números en la espalda, quiso soportar los embates de una plantilla que, aún con suplentes, lució superior.
Desde el banquillo, Ramón Juárez entró para ser el héroe. El central se quedó como un 9 nato y cuando el reloj vivió sus últimos segundos, apareció con claridad en su frente y concretó la remontada.

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No hubo más, América se sacudió la mala vibra del Clásico Joven y continúa con su lucha para quedar lo más alto que pueda en la tabla. El Águila peleó y remontó un partido que parecía perdido.