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10, octubre 2025 - 6:00

┃ Rubén Beristáin

Miguel llegó a Estados Unidos en 1970. Foto_ Erik Estrella _ ESTO

Arlington.- Todos los días, sin reflectores ni aplausos, un hombre de 72 años se encarga de mantener brillantes las letras blancas que forman la frase AT&T STADIUM a la entrada del majestuoso recinto. Su nombre es Miguel Meza, y con una cubeta, un trapo verde y orgullo mexicano, ha convertido esta tarea en un acto de dedicación silenciosa que enmarca el rostro de uno de los estadios más impresionantes del mundo.

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Miguel llegó a Estados Unidos hace más de medio siglo, en 1970. Desde entonces ha trabajado en múltiples oficios, pero encontró en este estadio un lugar especial.

“Mi trabajo es darle mantenimiento a uno de los frentes del estadio, especialmente a las letras, que estén limpias y relucientes para cuando vienen a tomarse las fotos, que no estén sucias”, dijo al Diario de los Deportistas, como si describiera una misión cotidiana que en realidad es la primera impresión de miles de visitantes.

Es uno de los puntos más fotografiados de Arlington. Foto: Erik Estrella / ESTO

Cada mañana, con paso pausado, mirada atenta y una actitud trabajadora, revisa una a una las letras gigantes, limpiándolas con precisión una y otra vez. “Las letras tienen que estar limpias para que la gente se tome bonitas fotos, tener grandes recuerdos, yo siempre quiero que vuelvan para seguir con mi trabajo”, explicó.

Días de evento, jornadas interminables en el AT&T Stadium

Cuando el AT&T Stadium abre sus puertas para eventos deportivos o conciertos, su rutina se transforma. “Cuando hay partidos si trabajo mucho, la gente llega desde temprano, comienzo desde las nueve de la mañana hasta la una de la mañana del otro día, un día normal”, relató, con el recuerdo claro de lo que ha vivido y lo que le espera este sábado en el partido de la Selección Mexicana.

“Me dicen que estoy en la gloria, ojalá a todos le tocara alguna oportunidad como esta. Me miran así como estoy, haciendo nada a veces. Una señora me dijo que cuando ya no quiera el trabajo, le hable”, dijo entre risas.

Las letras que Miguel limpia todos los días son uno de los puntos más fotografiados de Arlington. “Hay personas que vienen en grupos de muchas personas. Yo digo que fácil arriba de 100 personas al día vienen a tomarse fotos en las letras”, expresó.

Miguel es muy dedicado a su trabajo en el AT&T Stadium. Foto: Erik Estrella / ESTO

ICE, un temor latente para Miguel

Aunque Miguel lleva más de 50 años en Estados Unidos, su estatus lo mantiene en una realidad compleja de vivir con la tranquilidad del día a día, pero con la conciencia de que en cualquier momento podría cruzarse con agentes migratorios de ICE (Immigration and Customs Enforcement).

“Aquí ha habidos problemas, hubo la semana pasada un paseo de esas personas, pero afortunadamente no se me han presentado ellos. Le voy a correr el día que me miren. Hasta ahorita no me ha pasado. He visto a otras personas cómo los arrestan. He visto cómo los atrapan injustamente. Si fueran más valientes enseñarían la cara, pero no lo hacen. Yo la estoy enseñando, ellos vienen con ametralletas y nosotros no tenemos ni agujas para defendernos”, dijo.

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El caso de Miguel refleja el de miles de migrantes mayores que, a pesar de haber pasado décadas en el país, de haber trabajado, pagado impuestos y formado familias, siguen viviendo con un temor estructural que no desaparece con el tiempo.