Chivas venció dos a cero a Puebla a domicilio en el Estadio Cuauhtémoc, en uno de los duelos menos vistosos del torneo debido a que la cancha estaba en pésimas condiciones y con más áreas repletas de lodo que de césped. Bryan González marcó de media tijera y Omar Govea con un tiro de media distancia.

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Gabriel Milito dormirá tranquilo por primera vez en su etapa como técnico rojiblanco, gracias a que los goles de González y Govea le dieron al Guadalajara un lugar en la segunda fase del torneo de manera momentánea. El triunfo en el Cuauhtémoc y la derrota del San Luis en Pachuca propiciaron que, sin importar el resultado del Clásico Capitalino, Chivas se colara a los lugares de privilegio al menos hasta la jornada siguiente.

Pero la victoria en el Coloso de las Maravillas significó algo más que tres puntos. Fue, en primera instancia una recompensa para todos los Chivahermanos que se mantuvieron en la ciudad poblana un día más pese a las inclemencias del clima que arreciaron fuertemente tanto la noche del viernes, como la tarde del sábado.

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En segundo plano, la plantilla demostró sentir los colores rojo y blanco más que nunca. Ese compromiso del cual se dudó en el arranque de la temporada salió a flote en un auténtico infierno por el estado del campo. Tapatíos y poblanos se batieron en un potrero repleto de lodazal en el que los visitantes se adaptaron mejor.

Patear la pelota en la grama del inmueble mundialista fue una auténtica pesadilla para los 22 protagonistas de la noche. La gran cantidad de lluvia que cayó la noche del viernes y tarde del sábado hicieron dudar una vez más de que el partido se jugara, pero el clima cedió a la hora del silbatazo inicial.

Los goles fueron muestra de que el Guadalajara entendió como jugar en la irregularidad del campo. El primero llegó mediante una obra de arte por parte del ‘Cotorro’, que emuló a Hugo Sánchez con un golazo de media tijera en una jugada a balón parado. El segundo por cortesía de Govea, que aprovechó el estado del césped para retar a Julio González desde los linderos del área y salir ganando.

El Cuauhtémoc fue una sucursal del Guadalajara. El ‘¡Chivas! ¡Chivas!’ fue el gesto más claro de que el equipo más popular del país está vivo que nunca en el torneo y van por más.

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