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24, septiembre 2025 - 20:17

┃ Arturo Méndez

El Toro Fernández rescató el empate para Cruz Azul / Foto: Lesslie Arredondo

Cruz Azul y el dramatismo van de la mano. Las emociones extremas son algo que el aficionado cementero está acostumbrado a vivir y ante Querétaro no fue la excepción. Justo cuando el invicto en el Apertura 2025 estaba por esfumarse en las garras de unos Gallos Blancos, el ‘Toro’ Fernández revivió a La Máquina con un remate en urgencia para el 2-2 final.

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Los locales y su gente arrancaron enchufados. Con la comunión de quienes se sienten poderoso en casa. Romero salió con el cuchillo entre los dientes y rápidamente generó molestias en la línea defensiva de la visita. Sus aproximaciones fueron violentas, pero la que rindió frutos llegó antes del primer cuarto de hora. Sin necesidad de controlar el balón, miró a sus espaldas y observó libre a Paradela, quien le marcó el movimiento hacia el centro.

Luka solo necesitó acomodar su botín izquierdo para desviar ligeramente el esférico con la parte externa y servir para el argentino. Sin pensarlo dos veces, el flamante refuerzo celeste se perfiló y sacó un zurdazo que incrustó el balón en el fondo de la red luego de acariciar la parte interna del poste derecho de Allison.

La noche parecía perfecta para alargar la racha positiva en el campeonato. Con Paradela encendido, el duelo bajo control, la afición conectada, ¿qué le podía salir mal a una Máquina bien coordinada?

Pecados propios llevaron a los celestes al abismo. El primero en conjunto y el segundo fue una irresponsabilidad de Kevin Mier.

Seis minutos le duró la ventaja a Cruz Azul. La grada apenas y tuvo oportunidad de gritar el tradicional ‘¡Azul! ¡Azul!’ antes de ser silenciados por el tanto de la igualada. Una peinada dentro del área dejó libre Homenchenko y este venció a Mier, que pese al achique no pudo evitar la caída de su meta.

Justo cuando Mier intentó empujar al frente a su equipo descuidó de más el arco. El colombiano entregó una gran distancia entre su espalda y la línea de meta, misma que fue aprovechada por el pivote charrúa. En lugar de salir jugando con sus compañeros, le clavó todo el empeine a la pelota y desde tres cuartos de cancha techó al guardameta celeste.

Cuando el colombiano intentó enmendar su error calculó mal la trayectoria del disparo y al momento de intentar detenerla, los dedos se le doblaron. La equivocación le generó el repudio de su propia gente, que lanzó abucheos en la siguiente oportunidad que le llegó la pelota.

Cruz Azul salvó el empate gracias al Toro Fernández

El complemento dejó a ambos equipos con diez hombres en el campo. Romero se marchó primero e instantes más tarde lo siguió Julio. El ‘¡Sí se puede!’ motivó a los de azul. Todos los elementos del campo se volcaron a suelo queretano y ahí fue donde Gabriel Fernández apareció en escena.

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Un remate forzado, con la pierna estirada a más no poder puso el empate definitivo. El Olímpico Universitario explotó en júbilo, pero terminó la noche con un sabor agridulce. El invicto se rescató, pero el liderato quedó comprometido y en bandeja de plata para los Rayados del Monterrey.