En una de las grandes paradojas de la vida, conforme pasan los años, la corredora Sifan Hassan incrementa los kilómetros que corre. No en el acumulado, sino en el reto que supone sumarle metros a sus carreras, como si el tiempo en lugar de mermar su resistencia la hiciera más fuerte.

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Considerada una de las grandes atletas de la actualidad, la historia de Hassan resulta por demás inspiradora. El haber nacido en un país como Etiopía de alguna forma marcó su destino y comprendió que si quería destacar en el mundo del deporte tendría que ser corriendo.

Lo cierto es que no siempre tuvo claro que quería ser una atleta de alto rendimiento. Hubo un tiempo en el que soñaba con ser enfermera. El destino la llevó incluso a prepararse para cumplir con el oficio, pero en sus piernas los kilómetros acumulados y la capacidad de correrlos a una velocidad por encima del resto la llevaron a dedicarse por completo al atletismo.

Aunque nació en Etiopía, Hassan potenció su carrera a los 15 años, cuando decidió buscar suerte en los Países Bajos y como refugiada comenzó a entrenar con el objetivo fijo de ser una atleta destacada. Sus capacidades físicas le permitían brillar en las carreras de fondo y así probó suerte en todas. Los 800 metros, los 1,500, 5,000 y 10,000.

Más allá de que su nombre ya sonaba con fuerza en las pistas de atletismo, fue en Tokio 2020, al ganar el oro en los 5,000 metros y los 10,000.

Siffan Hassan ahora domina el Maratón

Tras su brillo en Tokio, Hassan decidió que su legado también estaría en el Maratón. Los 42.195 kilómetros suponen un reto fuerte, pero ha salido estar a la altura de ellos. En el 2023 corrió su primer maratón en Londres, un año más tarde, se colgó el oro en el maratón de París, en los Juegos Olímpicos.

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Hace algunas semanas volvió a subir a lo más alto en el Maratón de Sydney. Lamentablemente, no estará presente en el Campeonato Mundial de Tokio 2020, porque decidió enfocarse en su recuperación tras otras competencias. A sus 32 años la carrera apenas comienza, y ya es una leyenda.