Si hay algo que nos ha enseñado la NFL en esta semana 1, en una de esas lecciones reiterativas, es que nada está escrito y lo que puede ser a lo largo de tres cuartos, de pronto ya no es. Los Bears dominaban a placer a los Vikings en Soldier Field. Sin embargo, una reacción bravía, comandada por el quarterback JJ McCarthy, les permitió llevarse el triunfo 27-24.

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El mariscal de campo batalló con los nervios en lo que suponía su primer partido como titular en la NFL. Antes de que el guion diera un giro de 180 grados. McCarthy se vio lento, presionado e impreciso, incluso regaló una intercepción que terminó en las diagonales. Luego pasó que llegó el último cuarto y el quarterback recibió una descarga de adrenalina. Como si de pronto en el cuerpo hubiera entrado toda la información acumulada en la temporada baja y le permitiera lucir como lo que el coach Kevin O’Connell esperaba, el elegido para llevar a Minnesota al siguiente nivel.

A pesar de ser dominados por unos sorprendentes Bears. Los Vikings lograron mantenerse en el partido gracias a su defensiva y eso les permitió protagonizar una espectacular remontada. Hasta entonces solo habían podido anotar dos goles de campo de Reichard, cuando de pronto una buena serie ofensiva los puso en la zona roja y McCarthy lanzó un dardo a Justin Jefferson.

Ya despojado del nervio inicial. McCarthy se soltó a falta de poco menos de 10 minutos encontró por pase a su corredor Aaron Jones para darle la vuelta al marcador. Por si fuera poco. Un acarreo del mariscal de campo de 14 yardas amplió la ventaja y rompió el corazón de todos los fanáticos de los Osos, que ya se sentían ganadores.

Más allá de que el resultado merma la presentación de los Bears. Y la derrota siempre será negativa, hasta antes de la reacción de los Vikings en Chicago parecía haber esperanza de finalmente haber encontrado un coach capaz de cambiarle la cara a la franquicia.

Los Bears lucieron bien de la mano de Ben Johnson, sobre todo a la ofensiva. El mariscal de campo Caleb Williams demostró el porqué fue drafteado el año pasado en la primera selección y se vio mucho más confiado en los controles, con buena movilidad, seguro en sus pases. Algunos de ellos acrobáticos, al alcance de pocos.

Esa movilidad le permitió a Williams anotar su primer touchdown por tierra, tras una escapada de 9 yardas. Lamentablemente para su causa, la defensiva de los Vikings ajustó y el resto del encuentro no fue un partido fácil para Caleb. Aunque evitó errores costosos. El partido parecía definido cuando llegó una intercepción que Wright regresó a las diagonales.

Todavía Caleb intentó una remontada milagrosa cuando todo se había ido por la borda, al conectar con Odunze en zona prometida, pero no fue suficiente.

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