Hay un nuevo líder en el Apertura 2025 y son los Rayados. En una noche más que perfecta, ‘La Pandilla’ se despachó al Necaxa de Fernando Gago con un 3-0 que no les demandó mayor esfuerzo. Ocampos abrió la cuenta con un estético tanto, Canales colaboró con un gol olímpico y Ramos selló el resultado con un certero cobro desde los once pasos para llegar al quinto triunfo consecutivo dentro del torneo local.

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Monterrey aprovechó el empate a un tanto entre los ‘hermanos’ de Grupo Pachuca en la cancha del Nou Camp para arrebatarle la cima de la tabla general a los Tuzos. Lo hicieron con autoridad y elegancia, mucha elegancia.

Monterrey golea a Necaxa

Apenas llegó el primer cuarto de hora y Lucas Ocampos levantó a toda la grada para aplaudir un golazo de bandera. El argentino llegó a toda velocidad y le dejó ir toda su pierna diestra al balón para vencer al arquero Unsain que vivió una pesadilla en el BBVA.

El gol trajo calma en el once albiazul, que con mucha paciencia fue adelantando líneas en el terreno de juego hasta acorralar a los Rayos en su mediocampo. Rayados acechó a su presa, un indefenso cuadro hidrocálido que no recibió ayuda de su técnico desde el banquillo.

Seis minutos necesitó Canales para duplicar la ventaja de los suyos, y lo hizo de forma soberbia. El español derrochó magia. Con esa educada pierna zurda que posee, regaló un gol olímpico que hizo estallar el Gigante de Acero.

Domenec Torrent ni se inmutó por el desempeño de su equipo. Observó con serenidad absoluta el poderío de su plantilla, como alguien que está acostumbrado a presenciar definiciones artísticas de sus jugadores en los entrenamientos.

Los Rayos se tambalearon en el campo al ver a un poderoso Monterrey que se creció ante su gente. Tanto fue el desconcierto que la zaga necaxista que regalaron un penalti al 59. Luego de la decisión del central que se auxilió en el VAR para marcar la pena máxima desde los once pasos, no pudo ser otro que Sergio Ramos el que tomó la pelota.

El camero se hizo de palabras con Unsain, inclusive amenazó con picarle la pelota, pero finalmente decidió enviar su disparo al costado derecho del guardameta. Ya en el festejo, el histórico central se olvidó de los dimes y diretes para fundirse en un abrazo grupal que reflejó lo que fue Rayados en la Sultana del Norte, un autentico monstruo que se adueñó del liderato general.

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