No hubo final en Wimbledon. Iga Swiatek trasladó el dominio que ha ejercido en la última época en la arcilla de Roland Garros, al césped de Wimbledon donde por primera ocasión en su carrera conquistó el título de la ‘Catedral’.

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¿Cómo fue la victoria de Iga Swiatek?

La tenista polaca le pasó por encima a la estadounidense Amanda Anisimova, en la final femenil más dispareja de la historia reciente que terminó con un incontestable 6-0 y 6-0. La ex número uno del mundo consiguió el sexto título de Grand Slam en su palmarés, faltándole sólo el Australian Open para registrar el pleno de campeonatos.

En la previa, se pronosticaba un duelo sumamente parejo entre dos debutantes en el último juego de Wimbledon. Anisimova venía de dejar en el camino a Aryna Sabalenka, la actual líder del ranking de la WTA, además de otras jugadoras como la mexicana Renata Zarazúa.

El escenario se comió viva a la norteamericana. Lejos de tener un debut sólido en una final de Grand Slam, los nervios y el desconocer dicha instancia le hicieron entregar el partido prácticamente sin meter las manos.

Únicamente 25 minutos necesitó Swiatek para adueñarse del primer parcial, donde Anisimova tuvo un desempeño horrible. Registró tres dobles faltas, apenas un 33% de efectividad con el primer servicio y perdió el saque en los tres ‘games’ que dispuso.

La frustración muy rápido se apropió de la cara de Amanda, que constantemente veía su raqueta en busca de respuestas. No estuvo a la altura de la situación. Eso, se suma a la versión superlativa que ha tenido Iga a lo largo del torneo.

La polaca prácticamente no falló tiros desde el fondo de la pista, además de ejercer un dominio con su derecha que la encaminó a la gloria.

Swiatek ganó fácilmente

El público en la Cancha Central terminó decepcionado ante la actuación de Anisimova. Por más que la intentaron respaldar, una y otra vez, ella se encargó de echar por la borda todos los esfuerzos. No ganó ni un punto a lo largo de toda la contienda, algo que es muy poco común, más aún en una final de Grand Slam.

Iga Siwatek, la nueva reina de la ‘Catedral del Tenis’, tuvo el partido perfecto. Acabó con tres ‘aces’, el 78% de efectividad de puntos ganados con el primer servicio, le quebró el saque a su oponente en seis oportunidades y contabilizó 55 puntos ganados.
Mientras por un lado reinó la frustración, por el otro la satisfacción de llenarse de gloria en un año donde había perdido su dominio en Roland Garros.

Ni la propia Iga Swiatek se veía con posibilidades reales de salir del All England Club con el título en su poder.

Iga Swiatek no esperaba su triunfo en Wimbledon

La temporada de la ex número uno del mundo ha estado ligada a las decepciones, sobre todo tras no poder refrendar su campeonato en Roland Garros y perder terreno en el ranking de la WTA.

Pero su actuación en Wimbledon no dejó dudas de que el potencial sigue ahí, incluso en una superficie donde había obtenido sus peores resultados en un Grand Slam.

“Verme como campeona es algo surrealista para mí, he disfrutado cada minuto. Estoy orgullosa de mí porque nadie esperaba esto. Ha sido una temporada llena de altibajos y con mucha presión que venía desde fuera. Lo de hoy es algo que hace que el tenis me siga sorprendiendo. Estoy feliz con el proceso y esto me da mucha experiencia. Los últimos meses han sido complicados por cómo los medios me describían”, refirió Swiatek en la rueda de prensa posterior a su coronación.

“Y realmente, aunque sea doloroso para mí, sobre todo los medios polacos no han sido agradables conmigo. Espero que ahora me dejen trabajar tranquila porque tengo a la mejor gente a mi alrededor. Sé que la gente quiere más y más, pero es mi proceso, mi carrera y mi vida”, añadió en declaraciones retomadas por ‘Punto de Break’.

Iga se siente orgullosa

Iga se mostró orgullosa por la forma en que encaró el duelo definitivo contra Amanda Anisimova, donde no perdió el foco en ningún momento con todo y la frustración de su rival, que fue incapaz de ganar un punto: “El tenis es un deporte mental, pero hay que tenerlo todo para ganar torneos. Se necesita un buen tenis, estar bien físicamente, no estar cansada, tener buenos partidos previamente para no estar mucho tiempo en pista y estar con la concentración al máximo”.

“Las finales son diferentes en cuanto al nivel que se muestra, y por eso a veces son un poco feas, porque hay mucho estrés y lo que hay que priorizar es la experiencia que uno tiene. Hoy solo he querido disfrutar mi tiempo en la Centre Court y saborear estos momentos de buen juego en hierba, porque nunca se sabe si van a volver”, finalizó la seis veces ganadora de un Grand Slam.

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