Gilberto Mora corresponde a esa clase de futbolistas que parecen más grandes de lo que son. Solo esa condición les permite ser detectados entre los rutinarios encuentros de las categorías inferiores, porque necesitan que un par de ojos los vean y les ayuden a saltarse los pasos que el proceso exige para cualquier mortal, pero no para ellos.

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El jugador de 16 años primero brilló ante la mirada analítica de Juan Carlos Osorio, y luego frente a la de Javier Aguirre, dos entrenadores que en su vida habrán visto miles de futbolistas; por lo tanto, les es más fácil ver las cualidades que el resto suele desarrollar con el paso de los años. El estratega colombiano oteó el horizonte de la cantera de los Xolos y pronto se vio atraído por la capacidad para el regate de Gilberto Mora.

El movimiento del futbolista no puede pasar desapercibido, porque antes de cada gambeta es capaz de ganar un instante breve, pero suficiente para darle paso al desequilibrio. Osorio, que ve el futbol como pocos, sabe que en el futbol, y sobre todo en el vértigo de la Primera División, eso significa tiempo.

¿Quién debutó a Gilberto Mora?

Convencido de que el talento de Mora era capaz de soportar el cambio de ritmo, Juan Carlos Osorio le dio la oportunidad de debutar en Primera, un caso atípico para un futbolista de 15 años. “Tuve la oportunidad de observar el talento de Gilberto. Fue uno de los cuatro jugadores que convocamos al verlos después de la Leagues Cup. Le dimos la oportunidad de competir y lo hizo muy bien, por eso nos decidimos a ponerlo”, contó en alguna ocasión el técnico colombiano.

La presencia de Mora suele destacarse en los tres cuartos de cancha, esa zona donde el futbol exige más talento. El futbolista puede jugar por dentro o por fuera, aunque es cierto que por dentro la acumulación de jugadores aún le exigen un cuerpo con mayor envergadura, de lo poco que a sus 16 años y con sus 1.68 metros de estatura no puede apurar. Por fuera, casi siempre por la izquierda, su juego es más ligero.

“Estamos ante un talento muy especial y me siento privilegiado de poder entrenarlo y consolidarlo y que a futuro sea un jugador muy importante para el futbol mexicano”, dice Osorio, con un particular orgullo.

El futbol se presenta ante Mora desde la cotidianeidad. Su padre, también Gilberto Mora, le presentó la vida que lleva un futbolista profesional, y a partir de entonces interpreta el rol como tal. Llega y se va del estadio con sus audífonos puestos. Responde a la prensa con cierta timidez.

LE LLENÓ EL OJO AL VASCO AGUIRRE

Después del de Osorio, el segundo descubrimiento llegó desde el palco de Javier Aguirre. El “Vasco” vio a Mora y le llamó la atención la desenvoltura con la que jugaba, más allá de su físico, aún pendiente de embarnecer. El entrenador del tricolor pidió información sobre él y lo convirtió en un habitual de sus convocatorias, sin imaginar, o tal vez sí, que en la Copa Oro, motivado por las circunstancias, se convertiría en titular.

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Lejos de los récords que supone su temprano debut, en dos partidos Mora ha mostrado aquello que el “Vasco” vio desde las alturas. “Está muy bien cuidado por sus padres, ves la educación en casa, su conducta es ejemplar, asume su rol, escucha bien; bajo ninguna circunstancia le pega el entorno, estoy seguro que no. Es cierto que físicamente es un niño, tuvo calambres en los gemelos; los hondureños te llevan al límite, pero en ese aspecto, a pesar de que no se esconde, su virtud es que no se esconde, hace cosas de gente grande, tenemos buena suerte”.

Mora fue determinante ante Honduras. El mediocampista advirtió la salida del central hondureño y, apenas observó el hueco, picó hacia el espacio en diagonal para recibir el balón. La posición le permitió encontrar a Raúl mucho mejor ubicado y darle la asistencia de gol. Gilberto agitó los brazos con pasión, un gesto contrastante con la tranquilidad mostrada en sus primeros minutos con el Tricolor.

GILBERTO MORA ES EL JUGADOR DE 16 AÑOS MEJOR VALORADO EN EL MERCADO

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Su despunte en la Copa Oro ha aumentado el interés de los grandes equipos de Europa. En su momento, el propio Osorio confirmó que el Feyenoord había preguntado por él. Ahora es el Ajax quien se ha sumado a la lista. Su valor es el más alto para los jugadores de 16 años, con una carta tasada en 3 millones de euros, mismo precio de otros talentos emergentes como el canterano del Barcelona Tony Fernández.