Hay un dicho popular que dice que el pez por la boca muere. La frase refiere a que nunca es bueno hablar de más o hacerlo antes de tiempo. Algo así estará pensando Miguel Ángel Russo, el técnico de Boca Juniors, quien hace apenas unos días soltó una frase que en un momento no tuvo tanta relevancia, pero este martes, cuando se confirmó la eliminación de su equipo del Mundial de Clubes tras empatar ante el modesto Auckland City, cobró importancia.

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Todo se remonta a lo dicho por el técnico el la primera jornada de la fase de grupos, cuando el Bayern Múnich le metió 10 goles al equipo de Nueva Zelanda. Al ser cuestionado por la apabullante actuación del conjunto alemán, Russo de alguna manera restó importancia a la goleada al señalar el carácter semiprofesional del Auckland. No era del todo mentira, porque es cierto que el cuadro neozelandés está conformado en su mayoría por futbolistas amateurs, es decir, jugadores que deben combinar su participación en el equipo con otro tipo de trabajos.

Muchos de ellos tuvieron que tomar vacaciones para poder asistir al Mundial de Clubes, una de las grandes historias de la competición.

“Está bien, sin menospreciar a nadie, el rival del Bayern Munich es semiprofesional, viene de un país que no es profesional del todo, pero de igual manera hay que jugar contra todos. Bayern y Benfica son rivales de alto nivel”, dijo Russo previo al debut ante Benfica.

Aunque en ese momento sus palabras pasaron inadvertidas, había cierta soberbia en ellas. Para Boca sus principales rivales eran los portugueses y los alemanes. El Auckland era lo más parecido a un trámite.

Miguel Ángel Russo y Boca Juniors no pudieron con el Auckland City

Una semana más tarde, sin embargo, sus palabras tomaron un rumbo desconocido y tras empatar con Benfica y perder con Bayern, Boca se jugaba su destino ante un equipo semiprofesional.

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La cosa no pudo ir peor para los argentinos y un sonrojante empate 1-1 los dejó fuera del Mundial de Clubes. El equipo de Miguel Ángel Russo no fue capaz de imponer condiciones y las críticas no se hicieron esperar.