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Las reglas y los reglazos
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Eduardo Brizio

24, junio 2025 - 6:00

¿Y el juego limpio, apá?

En un país sin memoria, el futbol no podía ser la excepción; así, hoy hace un buen día para recordar penosos acontecimientos que ocurrieron un 4 de agosto de 2015, bien presente tengo yo, en el Estadio Andrés Quintana Roo, de la Ciudad de Cancún. Se disputaba el Torneo de Copa y el Atlante estaría recibiendo la visita del Pachuca.

Resulta que el cuarto oficial del partido de nombre Adalid Maganda, al ingresar al vestidor de los Tuzos, recibió “burlas” de parte de los futbolistas quienes, en un acto racista e incalificable, emitieron sonidos que imitaban a un simio, en una clara alusión al aspecto afroamericano del silbante; tal y como lo dio a conocer en su momento el Comité de la Defensa de los Naturalizados y Afroamericanos en un comunicado de prensa.

Al parecer los colegiados, incluido al aludido, no se atrevieron a asentar los hechos en el reporte arbitral. Cuando lo sucedido se hizo del dominio público, las autoridades federativas y el propio equipo negaron los hechos.

En voz del instructor en jefe de los Nazarenos y del “Homónimo de Palillo” (Presidente del Grupo Pachuca) se pudo escuchar que “se trató de una broma entre chamacos que no pasó a mayores”. Todo parece indicar que “llegaron a un acuerdo en lo oscurito” cuando le prometieron a Maganda “debutarlo en primera división” a cambio de su silencio. Y así fue, en la última fecha del torneo, cuando Héctor González Iñárritu se desempeñaba como Presidente de la Comisión de Árbitros, don Adalid hizo su presentación pitando en el máximo circuito.

Me tomo el atrevimiento de recordar estos lamentables acontecimientos, estimados lectores de El Diario de los Deportistas; en virtud de que, en el Mundial de Clubes, de nueva cuenta, los del Estado de Hidalgo volvieron a dar la mala nota.

Resulta que, cuando agonizaba el encuentro Real Madrid vs Pachuca, el silbante en turno, el brasileño Ramón Abatti activó el “protocolo antirracismo” (cruzando los brazos a la altura de las muñecas) por “insultos” del argentino Gustavo Cabral sobre el alemán Antonio Rüdiger, lo que obligó a la suspensión del partido durante un breve lapso y abrió una investigación al respecto.

Cabral afirma no haber incurrido en actos racistas; sino que, simplemente le dijo: “cagón de mierda” ¡A bueno! “menos mal”. Mientras que el Real Madrid afirma que llegarán hasta las últimas consecuencias… ¿Y el juego limpio, apá?

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