Aunque el tercer lugar resulta poco consuelo para Francia en esta Nations League. El equipo galo demostró una vez más que ahora mismo hay pocas selecciones capaces de superarlo. Ni siquiera Alemania, en su tierra, pudo ponerlo en ciertos predicamentos y con un contundente 2-0 se llevó el premio de consolación.

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Los partidos por el tercer lugar resultan casi un castigo para los jugadores, obligados a salir al campo a pelear por un premio que seguro les importa poco. La cosa cambia. Sin embargo, cuando en la cancha hay dos equipos que no se quieren y más allá de un lugar en el podio lo que está en juego es el orgullo.

Franceses y alemanes fueron de menos a más en el partido y por momentos se pudo ver un duelo sumamente intenso. Incluso más de lo que el silbante hubiera querido.

En ese vértigo. La selección gala se sintió más cómoda y supo sufrir ante los latigazos alemanes, sobre todo en el primer tiempo. Cuando Wirtz estrelló un disparo en el palo y Woltemade exigió de más a Maignan en un remate a quemarropa.

El par de oportunidades alemanas de alguna manera espabilaron a Francia y le recordaron que su plan no estaba del todo en el dominio constante. Sino en la calidad de sus jugadores para desequilibrar en cualquier momento.

Fue justo esa condición la que le permitió abrir el marcador en la recta final de la primera parte, en un balón que le quedó a Mbappé dentro del área.

El delantero hizo la jugada que lo ha encumbrado en tantas ocasiones, esa en la que recorta hacia el centro y define con violencia a segundo palo. A pesar de que Ter Stegen alcanzó a desviar el disparo, no fue suficiente y la pelota se coló pegada al poste.

El gol francés le metió cierta lógica al encuentro, porque es cierto que más allá de las oportunidades alemanas en la primera mitad. Francia se hizo con el dominio y así lo demostró en la segunda mitad.

Francia sentenció el partido al 84′

El conjunto dirigido por Deschamps amplió la renta al minuto 84 con un gol de Olise, quien aprovechó un balón servido en bandeja de plata por parte de Mbappé.

El tanto que liquidó el encuentro bien pudo caer antes, sin embargo, un palo de Thuram y dos extraordinarias atajadas de Ter Stegen. La segunda ante un disparo de Kylian que amenazaba por colarse pegada al poste, lo impidieron.

Aunque Alemania tuvo sus oportunidades. Al marcar un gol y reclamar por momentos un penalti, el VAR anuló las dos acciones y frustró cualquier intento de los teutones

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