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4, marzo 2025 - 21:49

┃ Rubén Beristáin / ENVIADO

América tuvo serenata en Guadalajara / Foto: Erik Estrella | Enviado

Guadalajara.- La Perla Tapatía se pintó de azul y amarillo. Fue un caos el que se vivió en los alrededores del hotel de concentración de las Águilas del América, un recinto que se paralizó por un lapso de más de dos horas.

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La presencia del equipo americanista originó una verdadera locura con ese apoyo incondicional para el tricampeón previo a su partido contra Chivas de los octavos de final (Ida) de la Concacaf Champions Cup 2025.

Cerca de 700 seguidores del equipo más ganador del futbol mexicano se dieron cita en el inmueble hotelero desde antes de las 7 de la tarde, cuando el conjunto dirigido por el técnico André Jardine todavía estaba con su entrenamiento en el estadio Akron. Los aficionados que llegaron temprano y a tiempo, tomaron un buen lugar, pero otros también controlaron el tráfico y hasta daban indicaciones viales para evitar el tráfico en la zona, aunque fue inútil.

En cuanto apareció el camión amarillo a lo lejos, todo comenzó a descontrolarse, y nada ni nadie pudo ponerle algo de orden. El autobús con la leyenda de tricampeón ni siquiera tuvo el espacio para ingresar al hotel y tuvo que estacionarse fuera, mientras docenas de aficionados cantaban, levantaban su bandera y prendían bombas de humo azulcremas que le dieron color al lugar más americanista de la Perla.

¿Los jugadores de América salieron con sus aficionados?

“Qué salgan, qué salgan”, comenzó a gritar la afición americanista a fuertes decibeles, con la esperanza de que después de más de una hora de cánticos sin cesar, los jugadores del equipo pudieran salir a agradecer el gesto de los cientos de seguidores que se dieron cita en el hotel de concentración, pero la respuesta fue tardía.

Henry Martín, Ángel Malagón, el técnico André Jardine, Kevin Álvarez, Richard Sánchez, Rodrigo Aguirre y hasta Igor Lichnovsky fueron de los más pedidos, pero los futbolistas tardaron en aparecer. Incluso ni siquiera bajaron como acostumbran, si no que sólo se asomaron desde los ventanales del primer piso para saludar, cantar y brincar desde las alturas, donde una vez más Jardine, Henry y Malagón fueron los más ovacionados por el público.

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Fue un momento 100% americanista. Todo se pintó de azulcrema por un momento, mientras que el rojiblanco quedó guardado en la zona de occidente. La afición ‘visitante’, entre comillas, demostró su apoyo máximo que puede ser el respaldo suficiente para que su equipo esté animado por una victoria frente a su rival histórico.