2, marzo 2025 - 13:19
Beatriz Haddad se encuentra en la posición 16 de la WTA foto_ Guillermo Abogado/Enviado
Brasil es una nación que de inmediato se identifica con el futbol, pero en la familia de Beatriz Haddad Maia siempre corrió en la sangre la pasión por el tenis y ese mismo amor la llevó hoy en día en ser, por su puesto, la mejor tenista de su país y la mejor jugadora latinoamericana del mundo. Un objetivo que alcanzó gracias también a su dedicación y capacidad de sobreponerse a las adversidades que se le presentaron, incluso, cuando ya era profesional, diversas lesiones y un caso de dopaje se le cruzaron en su camino, pero los sorteó.
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Beatriz tomó la raqueta por el empuje de su madre y abuelo y desde que se adentró al mundo del deporte blanco ya jamás lo soltó y ahora presume estar entre las 20 mejores jugadoras del circuito de la Asociación Femenil de Tenis (WTA, por sus siglas en inglés). La sudamericana llegó al Mérida Open 2025 ubicada en el puesto 16.
Beatriz Haddad y el complicado camino que tomó para ser de las mejores del mundo
Para la deportista de 28 años es un honor ser la mejor representante del tenis latinoamericano dentro de la rama femenil, pero como se sabe, el trayecto para llegar a donde se encuentra no fue sencillo y menos como una jugadora latina. En charla con el periódico ESTO explica su sentimiento.
“Para mí es un placer estar donde estoy, sé que trabajé duro junto con mi equipo y familia para estar y lograr este espacio. Yo sé que, para nosotros, no solo mujeres y jugadores de Sudamérica, obviamente pasamos por muchas dificultades. No solo culturalmente, si no por las oportunidades donde se juega el tenis de alto nivel y también por las oportunidades, no solamente de los torneo, si no de donde entrenamos y con quien entrenamos”.
Abundó: “el ambiente que tenemos obviamente todo es más difícil. Pero yo creo que esto es lo que me deja mas contenta de que yo puedo mostrar a los chicos de Sudamérica que si yo estoy acá, ellos también pueden estar porque esto fue construido con mucho trabajo. Mucho amor y seguramente es algo que me motiva mucho para seguir adelante para poder inspirar a esas personas en Sudamérica y a los chicos y chicas que juegan”.
Si bien la presión es parte de la competición y la acepta como tal. Beatriz Haddad Maia encuentra una mayor motivación con el hecho de ser una de las mejores jugadoras del mundo y sobre todo por tener la posibilidad de ser un ejemplo para todos aquellos que quieren alcanzar sus sueños.
“Es más motivación que presión, cuando uno llega a estar entre los mejores del mundo. Hasta en cualquier otra profesión, ya estas abriendo puertas y eres un ejemplo para la gente que sueña y que aspira a eso”, subrayó.
Insistió que “es una motivación para mí (ser un ejemplo)”, y la presión prácticamente la toma como un privilegio dentro del tenis. “La presión hace parte, no voy a mentir que no. Pero como está escrito en la cancha de Arthur Ashe ‘la presión es un privilegio’ y quien la maneja mejor en los momentos duros son los mejores jugadores del mundo y yo intento lo mismo en los momentos difíciles llevar la presión de una forma positiva y creo que sin la presión también la gente no disfrutaría tanto. La presión es algo especial que poca gente tiene el privilegio de sentir, entonces yo la veo con buenos ojos”.
Las claves de Beatriz Haddad para resurgir
En 2019, Beatriz Haddad Maia vivió una de las experiencias más desagradables que un deportista puede vivir. Parecía que su carrera terminaría de forma prematura cuando se le informó que había dado positivo en un control antidopaje por consumo de anabólicos.
Aunque se defendió junto a sus abogados, fue hasta 10 meses después que el castigo se le levantó. En un extracto de la carta en la que habló del lamentable hecho aseguró que “en este caso, había sido un error humano. Un error de farmacia. Esto fue lo que mostró la verdad y corroboró más tarde mi defensa”.
Beatriz Haddad habla de las claves que le permitieron resurgir tras las constantes lesiones y su caso de dopaje.
— Esto en Línea (@estoenlinea) March 2, 2025
🗣️ “Para mí la clave es el trabajo, el amor y la disciplina”
📹 @Guille_Aboga10 pic.twitter.com/gIii0COC1P
En ese escrito agregó: “La suspensión podría durar hasta cuatro años, pero jamás pensé que duraría tanto. Traté de mantenerme optimista, pensar que podría demostrar mi inocencia. No me merecía algo así. Quizá necesitaba aprender de ese momento. Al final mi pena fueron diez meses, el menor tiempo posible”.
En mayo de 2020 le regresó la sonrisa a la tenista brasileña y de comenzar de cero ahora brilla como una de las mejores del orbe con la confianza que todavía puede escalar. Al caso de dopaje involuntario también se le sumó la constante batalla con las lesiones. Un hombro dislocado, tres hernias discales, una fractura en el húmero y tres vértebras rotas le han complicado su estancia en el deporte blanco, pero jamás se rindió.
En plática con el Diario de los Deportistas se sinceró y detalló el secreto para resurgir en el deporte que le apasiona. “La clave es el trabajo, el amor y la disciplina. Para mí no importa el desafío, no importa la lesión. No importa el momento duro (del dopaje) yo siempre fui muy persistente, muy resiliente y siempre hice todo con mucho amor. Yo creo que cuando uno quiere algo. Si lo quieres desde el fondo del corazón y te propones a trabajar la energía al cien por ciento a eso. Yo creo que puedes lograr lo que sueñas”
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