La intensidad y el orgullo sigue intacto en Dallas. Con todo y que llegaron matemáticamente eliminados a su compromiso de la Semana 16, Cowboys peleó durante los cuatro episodios para vencer, 26-24, a Tampa Bay Buccaneers en partido celebrado en el imponente AT&T Stadium y que se definió en los últimos segundos gracias a un balón suelto provocado por su defensiva.

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La decepción que les generó que se les escapara su última oportunidad de avanzar a la postemporada con el triunfo de Washington, no provocó que los pupilos de Mike McCarthy bajaran los brazos. Pasó todo lo contrario.

El ‘equipo de América firmó una de sus mejores actuaciones en el año para mantener la inercia positiva, ahora con cuatro triunfos en sus últimos cinco compromisos.

Mención especial para Cooper Rush. El dubitativo quarterback de los locales superó las 200 yardas apenas en los dos primeros cuartos. Se cansó de castigar a los profundos de Tampa Bay. CeeDee Lamb, con todo y la lesión que arrastra en el hombro, superó la barrera de las 100 yardas por recepción.

De igual forma, contar con el mejor pateador de la liga terminó por ser determinante para Dallas. Brandon Aubrey convirtió los cuatro intentos de goles de campo que intentó, más allá de que dos de ellos fueron de más de 55 yardas. Es una garantía el #17.

Uno de los touchdowns fue cortesía del veterano Ezekiel Elliott, quien llegó a 71 en su carrera con los Cowboys para quedar en solitario como el tercer jugador con más anotaciones en la historia de la franquicia.

Los Bucs respondieron en un par de oportunidades, pero Baker Mayfield merodea constantemente con los errores. El pasador visitante apenas completó 31 de sus 43 envíos para 196 yardas, dos touchdowns y una intercepción, su número 15 en el año.

Sobre el final, la visita anotó un TD y tuvo la oportunidad de ganar, con sólo un gol de campo. Pero DaRon Bland forzó y recuperó un fumble que celebró toda la gente en el AT&T Stadium.

El descalabro complica a Tampa Bay en sus intenciones por conquistar el título de la división Sur de la NFC, al ser igualados por Atlanta con el mismo récord de 8-7. Están obligados a ganar en las últimas semanas para regresar a playoffs.

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En Dallas, solamente jugarán por el orgullo y por su coach, quien está en duda de volver de cara a la temporada 2025.