Un largo pasillo lo esperaba en cuanto terminó el partido entre PSV y Feyenoord. Después de la goleada en casa (3-0), hubo una fiesta más por vivir con Hirving Lozano como protagonista. “El Chucky Lozano, el Chucky Lozano”, coreó al unísono el Philips Stadion mientras el futbolista mexicano era despedido por todo el conjunto rojiblanco, con pancartas de “Gracias”, lo que demostró que dejó un legado imborrable en Países Bajos.

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“Al final el homenaje que me hicieron fue espectacular. Creo que para mí fue un momento muy bonito que me dedicó la gente, estoy muy feliz por haberlo vivido. Cuando vi a mi familia se me vinieron las lágrimas, fue un gran momento por todo lo que pasé. Se acabó una aventura en Europa, un poco en schock”, admitió en entrevista con el canal del PSV.

“Me cantaron, es algo sumamente importante para mí, mi carrera y mi familia. Fue muy especial, agradezco mucho que lo hicieran. Fue una despedida ideal, muy bonita”, añadió.

Hirving Lozano vivo dos etapas con el PSV

Después de 51 goles y 28 asistencias en cuatro temporadas, en dos etapas distintas, con el equipo granjero, Lozano se quedó en el corazón de la afición holandesa. “

Fue hermoso, son de esos momentos muy bonitos que pasan, que gracias a Dios lo pude vivir, la gente lo repitió varias veces, le agradezco mucho su apoyo y cariño. Toda la gente aplaudió, gritó y me emocionó mucho”, dijo.

¿Qué significó PSV en la carrera del Chucky? El jugador lo dejó claro. “Es mucho. Aquí crecieron mis hijos, estuvieron muy contentos, yo también tuve una bonita etapa, es nuestra segunda casa para mí y toda mi familia, eso significa. Estamos muy contentos de haber participado en este club y en esta ciudad”, finalizó.

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