Como en cada final que disputa, Kevin Álvarez saltó al terreno de juego con una playera dedicada a su padre, quien falleció en el 2006 a causa de un rayo. El lateral americanista le hizo la promesa de que llegaría a Primera División y se convertiría en campeón, hoy pudo cumplirla por cuarta vez, algo que lo llena de orgullo.

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¿Qué le prometió Kevin Álvarez a su papá antes de este falleciera?

“Si se han dado cuenta, la tengo en todas las finales. Y en todas me ha ayudado. Bueno, en la de Pachuca, la primera, ahí nos quedamos ahí cerquita, pero hoy en día muy contento de poder darle ya un cuarto campeonato. Y seguir aquí presente, tratando de vivir el sueño que él siempre quiso en todo esto”, dijo el defensor americanista, en entrevista con TUDN.

Álvarez poco a poco se recuperó de una pubalgia que le había impedido retomar su nivel. La adversidad que vivió le permitió valorar lo que representa el hecho de ganar un tricampeonato. “Siempre soñé con este momento. Sabía que me iba a llegar, que tenía que trabajar, trabajar, porque esto se podía hacer realidad. Ahora estar aquí parado, materializarlo, es una locura”, dijo.

El torneo pasado, cuando América derrotó a Cruz Azul en la gran final, Álvarez festejó en silla de ruedas, debido a la cirugía a la que se sometió. Eso le impidió disfrutar al cien por ciento el logro. “Fuimos bicampeones y todo, pero no sabe igual. Fue un momento difícil, yo sabía que así iba a pasar. Ya había dado un paso muy grande que era operarme para poder regresar. Trabajé mucho, me ayudaron muchas personas y siempre creí en mí. Sabía que en cualquier momento iba a poder regresar a lo que en algún momento fui. Qué mejor que hacerlo lo más rápido posible. Y a los cuatro o cinco meses demostrarlo y quedar tricampeón”, aseguró.

Kevin hizo a un lado las críticas y confesó que siempre trabajó para volver más fuerte. “Yo cuando llegué demostré que estaba hecho para cosas grandes. Lamentablemente me pasó. Luché mucho porque quise, con todo y el dolor, tratar de estar, de ser importante, de ser relevante. De lograr mis propios objetivos personales como seguir en selección, ser parte del equipo bicampeón. Entonces eso me limitaba a saber si paraba y me recuperaba o trataba de hacer lo mejor que podía para demostrarlo. Al final la jugada no me salió, pero yo sabía perfectamente que el día que a mí se me quitara este dolor, todo iba a cambiar”, cerró.

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