La distancia entre Puebla y Nuevo León no impidió que una parte del grupo de animación de Rayados realizara el viaje hasta el estadio Cuauhtémoc para el juego de ida entre América y Monterrey. En un principio parecía que la afición blanquiazul podría convivir en paz con los azulcremas, sin embargo, luego de la anotación de Sergio Canales todo comenzó a complicarse, pues apareció la violencia.

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La violencia comenzó con el gol de Kevin Álvarez

En cuanto cayó la anotación del español, todos los regios comenzaron a celebrarlo de forma mesurada, aunque los americanistas no lo tomaron de la mejor forma y por ello en cuanto Kevin Álvarez empató el marcador todos los de amarillo devolvieron el gesto con insultos.

“El que no brinque es regio, el que no brinque es regio”, gritaba a todo pulmón la afición americanista que poco a poco inició las provocaciones con el lanzamiento de objetos hacia los regios.

Tras una serie de reclamos por parte de ambas partes, un grupo de granaderos llegó para contener a las dos aficiones, que desatadas por la pasión se dejaron llevar y olvidaron el encuentro.

En el inicio del complemento y luego del gol de Alejandro Zendejas, los regios fueron tachados de habladores y al mismo tiempo que los insultos continuaban, no dejaban de recibir los proyectiles americanistas.

Al final, los aficionados salieron tranquilamente

Para el final del partido y con varios aficionados totalmente descontrolados, la porra de Rayados perdió los papeles y comenzó a tirar a golpes a los americanistas, quienes lejos de dar tregua intentaron confrontar a los regios, situación que provocó que la afición de La Pandilla arrancara butacas para utilizarlas como proyectiles.

Esto terminó de encender los ánimos azulcremas y mientras las familias intentaban salir, la seguridad contenía a ambos partes para no provocar una desgracia.

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Finalmente y tras varios minutos de incertidumbre, ambas aficiones pudieron abandonar el inmueble después de vivir momentos de tensión.