A dos décadas del bi. Una de las piezas fundamentales de aquel bicampeonato de Pumas de la UNAM en el 2004, Israel Castro, no dudó en reconocer que el efecto Hugo Sánchez fue de gran importancia para que todos los que integraban al Club Universidad Nacional en aquel tiempo cambiaran la mentalidad y se la creyeran para pelear por todo.

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Recién desempacado en México, luego de radicar unos años en España, donde precisamente terminó su carrera como profesional con el Toledo, Israel Castro atendió a la llamada del Diario ESTO de manera amable para conversar de un tema que de inmediato le dibuja una sonrisa o así se reflejó a la hora de sus declaraciones.

Castro rememoró lo sucedido con aquellos Pumas que marcaron una época bajo la dirección técnica de Hugo Sánchez con la obtención de los dos torneos de Liga MX en 2004, más el Trofeo Santiago Bernabéu y el Campeón de Campeones, un año que se pintó azul y oro.
“Fue un gran año, ahí se cerraron muchos círculos en cuanto a logros, objetivos, yo creo que fue uno de los mejores años de Pumas por todo lo que generó, por lo que se consiguió, cómo se dieron las cosas, entonces yo creo que fue un súper año para recordar, quedó ahí en la historia y agradecido por haber sido parte de ese momento, de ese punto en la vida de Universidad y pues estamos todos muy contentos y siempre recordando esos buenos momentos y los que fuimos partícipes de eso lo recordamos siempre con mucho cariño y mucha buena vibra”.
Israel Castro, quien en la etapa de Hugo Sánchez se transformó de medio de contención a lateral derecho por las necesidades del equipo y por la salida de Mariano Trujillo, habló de las claves del éxito de esos Pumas de época.

“Yo creo que vamos a coincidir muchos de los que vivimos eso tanto jugadores, cuerpo técnico, directiva, gente que trabajó en el Club, que muchas veces no se ven, pero están ahí, gente de publicidad, administrativos, utileros, por un lado, fue como se congeniaron todos esos elementos, todas esas personas, vivimos una misma sensación en cuanto a luchar por los objetivos, se notaba una buena comunidad, incluso con la misma porra también”.
Rebosó: “Hugo fue un factor fundamental, en su llegada había mucha expectativa, había mucho interés por trabajar con él, me refiero en mucha gente, desde jugadores hasta los que te acabo de mencionar, el saber qué traía, qué hacía, dónde quería que fuéramos y él inyectó al grupo, a los jugadores, a la directiva, a la administración, a mucha gente, inyectó esa esperanza o ese deseo por conseguir objetivos, porque lo tenía muy claro y él quería y lo decía en muchas charlas, hacer historia y nos lo contagió”.
La comunión fue importante y creer en el mensaje de Sánchez Márquez, quien es catalogado el mejor jugador en la historia de México, por lo que era una motivación más su simple presencia en el banquillo de los felinos.

“Por un lado esa parte de como todos nos entrelazamos, por otro lado, el factor Hugo, el convencimiento de todo eso, el convencimiento de querer conseguir algo y luego había seres humanos que estaban dispuestos a trabajar, que estaban dispuestos a conseguir eso. Fueron varios elementos que podríamos hablar, mencionar y a lo mejor alguien le pudiera aumentar algún otro que sé yo, pero sí yo soy de la idea que fue Hugo el que sembró esta semilla, para mi es el máximo futbolista y como deportista se puede poner con varios más.

Pero al menos como futbolista ha conseguido muchas cosas no y le doy un mayor aplauso a su situación por estar en una posición complicada en el caso de ser delantero, que no es fácil que un delantero pues triunfe como lo hizo él, además poniéndose entre los mejores del mundo, entonces, que una personalidad como él te hable, te diga las cosas, pues le crees y eso pues generó esa semillita, él sembró eso. Ahí rodeado de eso pues todos queríamos conseguir algo”.

Aparte de lo mencionado, el tener fe en si mismos fue relevante. Aunado a que siempre fueron paso a paso en la consecución de los objetivos con el aporte del “Penta”. “Hugo de alguna manera que nos ayudó mucho a permear en cómo hacerlo, en cómo lograrlo, dedicándole. Y teniendo fe en nosotros mismos, que es algo que influyó bastante. Al creer eso todos ahí nos fuimos en el mismo camino, en el mismo barco, nos sumamos y nos la pasamos aportando cosas. Ese convencimiento fue sembrado por él y luego ya irradiado por nosotros, todos estábamos en el mismo canal”.

Pumas tuvo suerte de campeón ante Chivas, asegura Israel Castro

De Chivas de nacimiento influenciado por su familia y después con su corazón auriazul por la formación que tuvo hasta llegar al profesionalismo, Israel Castro, mundialista en Sudáfrica 2010, comparte el hecho de que la suerte también estuvo del lado de Pumas para alcanzar el bicampeonato del futbol mexicano, pues admitió que a veces se acuerda de algunas jugadas que pudieron cambiar la historia.
“Siempre vamos a encontrar tropiezos, dificultades, complejidades. Y dentro de ese camino me acuerdo mucho de una jugada y yo creo que la mayoría se acuerda de eso. Un tiro de hecho creo que lo hace (Rafa) Medina y que Bernal saca con el pie aventándose a un lado y con el pie la saca. Una jugada creo que es un centro y ahí va dentro del área, remata a bocajarro y Bernal con el pie la saca. Esa es una jugada que nos acordamos porque. Ya era de los últimos minutos porque seguro la meten y ya iba a estar complicado para empatar, eso fue en el caso de Chivas”.

“Luego en la final de Monterrey, por ejemplo, hay una jugada. Un tiro que no me acuerdo si lo hace Erviti. Que pega en un poste se va por toda la línea, de hecho, pasa por atrás de Bernal. Bernal ni siquiera mete la mano y se ve como voltea a Bernal. Y pega en el otro poste y creo que la vuelve a agarrar Bernal. Pero pasa por toda la línea. Jugadas donde dices ahí puede cambiar la historia, son cosas. Entre fortuna, entre virtudes, que se conjugaron, fueron momentos que te hacen pensar que pudieron pasar muchas cosas”.

Israel Castro dice que Universidad tuvo que resurgir para lograr el bicampeonato ante Rayados

Después de coronarse ante Chivas de Guadalajara en tanda de penales en el Clausura 2004. Pumas tuvo un paso irregular a lo largo del siguiente Torneo Apertura 2004. Pero una vez que se vieron con posibilidades de resurgir no desaprovecharon la oportunidad, así lo aseguró Israel Castro.
“También teníamos esos pequeños altibajos, porque de hecho e iniciando el otro torneo del 2004, ya para el segundo campeonato no iniciamos tan bien. A lo mejor el hecho de haber conseguido el primer título, la euforia, y ya como que uno relaja un poco. Pero en cuanto vimos que tenemos posibilidades de entrar a liguilla. Y que dependía de un partido, dependía de resultados y cosas así, ya cuando entramos nuevamente el grupo encontró otra vez esa esa mentalidad ganadora. Y calificamos en octavo lugar y fuimos por el uno y así los que nos iban tocando”.

En la “Fiesta Grande” Pumas ya estaba fortalecido en los futbolístico y en lo mental. Despacharon al Veracruz, al Atlas y en la gran final a Rayados de Monterrey, situación que se concretó una vez que se sintieron invencibles.
“Ya el grupo estaba fortalecido otra vez, irradiado de esos deseos de otra vez ganar y no me refiero nada más de ganar un campeonato. Ganar cada jugada, ganar cada momento, ganar en donde fuera, cada jugador ya tenía impregnado eso. Estaba irradiado, entonces otra vez lo sumamos, habíamos tenido un bajoncito de inicio de torneo y de transcurso del torneo. Que no fue tan equilibrado, positivo, pero se dieron las cosas ya entrando a liguilla y vamos, ya estábamos convencidos. Y yo sentía que ya nadie nos paraba”.

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