Hoy hace un buen día, estimados lectores de El Diario de los Deportistas, para referirnos a la polémica que se ha suscitado en el caso del silbante Fernando el “Cantante” Guerrero, a quien le retiraron su gafete de FIFA.

Una serie de diferencias empezaron a separar a la cúpula de los Nazarenos y al colegiado en cuestión. La cosa se agravó cuando el cuerpo arbitral comandado por el cantante cometió (en un partido) un error administrativo de mala redacción de la cédula (pusieron mal la hora de inicio), razón por la cual fueron suspendidos, lo que aumentó la tensión.

La gota que derramó el vaso fue cuando (sintiéndose agraviado) Fernando Guerrero ingresó a la oficina del presidente de la comisión de árbitros a increparlo, exigiendo su tequila y pidiendo su canción. Armando Archundia se dirigió a su coche para abandonar las instalaciones; pero, fue “acompañado” por el Cantante que continuó reclamándole, increpándolo y ofendiéndolo.

La queja llegó a las autoridades (in) competentes de la FMF quienes luego de una consulta a CONCACAF y a FIFA decidieron retirarle el gafete, que lo acredita como internacional, por una conducta intolerable al haber cruzado una línea en la que ya no hay regreso.

Sin embargo, me parece que tendría que haber sido la voz de la comisión de árbitros quien informara de manera directa al Cantante de su situación y no que él se enterara por terceros de su infortunio.

La inactividad del Cantante provocó que no completara los 7 partidos dirigidos durante el torneo que la comisión de árbitros puso como requisito para “pitar” en la liguilla y fue borrado de la lista. Esto contrasta con el caso de Luis Enrique Santander, que se encuentra lesionado y será utilizado en la gran fiesta del balompié mexicano como VAR. Situación similar a la de Erik Yair Miranda y Oscar Macías, quienes tampoco silbaron 7 encuentros, pero si serán tomados en cuenta para el video arbitraje.

Pienso que se llevaron las cosas demasiado lejos. Se antojaba una conciliación antes que una ruptura, sobre todo, tomando en cuenta la calidad arbitral de Guerrero a quien considero un juez muy confiable que, junto con César Ramos, son lo mejor de la baraja nacional.

Digo, no andamos sobrados de silbantes estelares. Pudo más la intolerancia que la razón en ambos frentes. No ha cambiado mucho esta cuestión desde mis tiempos. El abuso del poder que ahora se combinó con la indisciplina … se juntaron el hambre con las ganas de comer.