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Mira

23, octubre 2024 - 21:21

┃ Arturo Méndez

Pumas solo conocía la derrota en la cancha de Rayados. FOTO: MEXSPORT

Pumas sigue caminando con paso firme, pero discreto a la Liguilla del Apertura 2024. Los felinos salieron con un resultado histórico del estadio BBVA al obtener su primer punto en dicho inmueble ante Monterrey, aunque a costa de un empate sin goles que fue tedioso y sin emociones, pero que les sirvió para aferrarse al cuarto lugar de la clasificación general.

El partido fue somnoliento en su arranque. Ninguno de los dos onces en el campo se atrevió a arriesgar de más en busca del tanto que rompiera el partido. Tanto Julio González como Esteban Andrada fueron espectadores en el Gigante de Acero. Monterrey estuvo irreconocible, de aquel equipo que fue atrevido y poderoso al ataque en el Clásico Regio de hace unos días no hubo ni rastro.

Con una nula imaginación Pumas caminó en el desarrollo del partido. Por si fuera poco, Martínez se dio el lujo de fallar la única oportunidad que los universitarios generaron en la primera mitad. El delantero erró frente al arco local que quedó completamente desprotegido, en una de esas jugadas que es más difícil de fallar que de concretar. Con una risa nerviosa, el ‘Memote’ intentó ocultar su vergüenza después del remate tan desviado que ahogó el grito de gol en el banquillo de Gustavo Lema.

El segundo tiempo no cambió mucho el partido para Pumas y Monterrey

El complemento arrancó con un reencuentro cargado de emotividad. Rogelio Funes Mori volvió a la cancha donde grabó su nombre con letras de oro en la historia del Monterrey. El máximo goleador histórico de La Pandilla se presentó en la que fue su casa por cinco temporadas, esa donde vivió sus momentos de gloria, aunque con una playera distinta a la albiazul, lo hizo como su rival.

La afición rayada demostró que no olvidan a su goleador y con una tremenda ovación le dieron la bienvenida al cotejo. Conmovido por el gesto, Funes Mori correspondió a la gente con un saludo cargado e agradecimiento, la conexión entre el ‘Mellizo’ y el Gigante de Acero fue notable. Sin embargo, el nacionalizado mexicano dejó del lado el romanticismo para convertirse en el revulsivo que Lema necesitaba en el campo.

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Funes Mori no tardó mucho en hacer efectiva la ‘Ley del ex’. Para los regiomontanos fue extraño ver al hombre que les dio tantas alegrías mancillar su arco, sin embargo, el árbitro asistente anuló la jugada por una posición adelantada del ariete universitario. Monterrey no respondió hasta que el reloj estaba llegando a su fin, pero con dos garrafales errores de Roberto de la Rosa se selló la igualada sin anotaciones.