En estos tiempos escuchar Etchohuaquila resulta muy familiar para los amantes del deporte, sobre todo del beisbol porque allá, en aquella tierra, es donde nació Fernando el Toro Valenzuela un 1 de diciembre de 1960, el mejor pelotero mexicano de todos los tiempos. Quien, además de cambiar la historia de la novena de los Dodgers de Los Ángeles, llevó su lugar de nacimiento a los ojos de todo el mundo.

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Etchohuaquila es un pequeño pueblito o mejor dicho una ranchería ubicada en Navojoa, al sur del estado de Sonora. En ella, de acuerdo al último censo de población realizado en el 2020, viven 854 personas y casi la mitad, es decir el 44.26% se identifica como población indígena, es decir son mayos.

Hasta antes de la década de los ochenta, cuando el nombre de Valenzuela comenzó a figurar entre los mejores peloteros de la Gran Carpa, Etchohuaquila no se conocía más que por la población sonorense. Pero cuando la figura del Toro emergió, la pequeña ranchería se convirtió incluso en un lugar turístico, frecuentado entre aquellos aficionados que buscaban conocer el lugar que vio nacer a su gran ídolo.

¿La población de Etchohuaquila reconoce a Fernando Valenzuela?

Existen muchos mitos alrededor de la leyenda de Fernando Valenzuela en su natal Etchohuaquila , Navojoa. Una de ellas es que su hermano Rafael era mucho mejor pelotero y, en el ideario de la población, no se entiende como es que fue el Toro y no él quien sobresalió.

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Otros de los mitos es que a Fernando jamás se le ha visto en su natal Etchohuaquila, tal vez porque el cambio de generaciones ha convertido su recuerdo palpable en una leyenda inalcanzable, pero lo que es una realidad es que el Toro, tras su muerte el 22 de octubre del 2024, dejó una huella imborrable.

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