Con la tecnología de Google Traductor

Mira

Hablillas. José Ángel Parra
titulo-foto

José Ángel Parra

21, octubre 2024 - 6:00

AMAURY

Pobres Chivas. Si 20 o 30 años atrás algún profeta o pitoniso se hubiera aventado la puntada de decir que el otrora Rebaño Sagrado iba a terminar con su tradición de mexicanísimo, o que sus entrenadores y directivos iban a abandonar el barco a la mitad del océano, o que las tribunas de los estadios iban a lucir medio vacías, ante la visita del equipo más querido del país (como recién pasó en Pachuca), sin duda que semejantes dichos los habríamos tomado como grotescas bromas de los envidiosos grillos americanistas.
¿Pero qué ha provocado este escenario? El heredero de Jorge Vergara, de nombre Amaury, es un individuo ajeno al deporte de las patadas. Frío, sin afecto a chutarse un partido de futbol por interesante que parezca para el común de la gente, el joven empresario prefiere dormir el sueño de los justos o asistir a otros eventos insufribles antes que aburrirse a consumir el producto de baja calidad que él y sus socios venden.
Incapaz de buscar remedio a la crisis provocada por la salida del estratega argentino Fernando Gago o al menos de intentar maquillar soluciones a la indisciplina y a la ausencia de autoridad que se vive en Verde Valle, Vergara elige aplicar el síndrome del avestruz, esperanzado a que sus críticos se cansen de ensuciarlo y todo quede en el olvido.
Tras la fecha FIFA (con pocos ajustes pese al abandono de Gago, goleado en su debut con Boca Juniors) el interino Arturo Ortega ha conseguido catapultar al Guadalajara a la senda del triunfo (llevaba cuatro encuentros sin ganar, incluido el amistoso contra América en Houston). El proceso de restauración que realiza Guillermo Almada en el Pachuca y el de por sí limitado pelaje del devaluado certamen local permiten que las Chivas floten en zona de play-in, pese al concierto de inconsistencias descritas en torno a la degradada oncena.
Así, veremos si Amaury asume la responsabilidad que le confiere un equipo con tanta historia, ya sea que se salga de su concha y le dé la importancia debida o si se anima a vender a las Chivas. Porque eso de arrastrar el prestigio con tal medianía aleja a los fanáticos de las graderías. Y los efectos ya no sólo se experimentan en la Perla de Occidente, sino en otras plazas, que antes se llenaban con el impacto de taquilla del Rebaño. Cuidado con eso.