Las grandes tragedias no se olvidan. Menos si, de cierta manera, sirvió para evitar que se repitieran en cualquier aspecto, inclusive en el deportivo. Por ello es que la Fórmula 1 pidió recordar el incidente de Jules Bianchi, quien con su muerte ayudó a que no hubiera más accidentes mortales en el gran circo. Por lo menos hasta el momento.

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El 5 de octubre del 2014 la Fórmula 1 disputó su decimoquinta ronda del Mundial con el Gran Premio de Japón. El “tifón Phanfone”, que afectó a gran parte del sudeste asiático, llevó a las tierras niponas fuertes lluvias y provocó que el trazado en Suzuka fuera peligroso. Aunque no lo suficiente para que se suspendiera, según las autoridades.

Los entrenamientos libres y las clasificaciones no tuvieron ningún inconveniente. Los mexicanos Sergio Pérez y Esteban Gutiérrez de Force India y Sauber respectivamente, se quedaron en la segunda etapa de la qualy. Mientras que Mercedes asaltó las primeras dos posiciones de la parrilla con Nico Rosberg y Lewis Hamilton. Aunque lo peor llegó para la carrera.

¿Qué pasó en el Gran Premio de Japón del 2014?

Tras 41 vueltas a un ritmo inestable por el piso mojado, llegó el primer incidente. Adrian Sutil, coequipero de Esteban Gutiérrez, perdió el control de su monoplaza y salió de la pista en una curva para terminar atascado en la grava. Una doble bandera amarilla se mostró para reducir las velocidades y evitar los rebases, mientras una grúa se encaminó a sacar el bólido del alemán.

Un giro después, el pelotón de competidores pasó por el lugar del siniestro, pero Jules Bianchi perdió el control en la misma zona por la cantidad de agua y terminó por derraparse y estamparse a más de 120 km/h contra la grúa. El impacto fue tan fuerte que inclusive levantó al vehículo de carga para quedar por debajo de él.

Las asistencias llegaron de inmediato para socorrer al francés y trasladarlo de inmediato a un hospital. Mientras tanto, el Gran Premio se dio por terminado en forma de mostrar respeto, con lo que Hamilton, Rosberg y Vettel se quedaron en el podio más incómodo de la historia.

Jules Bianchi quedó en coma tras un accidente en el Gran Premio de Japón del 2014

Bianchi fue operado posteriormente inducido al coma por la gravedad de sus lesiones. Un mes después, los médicos señalaron que podía respirar y la familia decidió trasladarlo a Francia. Su deterioró continuó hasta que finalmente murió en verano de 2015 a los 25 años.

La pérdida del piloto no fue en vano. La Federación Internacional del Automóvil instauró el Virtual Safety Car como una respuesta inmediata a situaciones de alto riesgo en kla pista, además del desarrollo del conocido halo. Un círculo de titanio que protege la cabina cabeza de los pilotos de choques que podrían ser mortales.

En un principio, este accesorio fue mal visto por el gremio de la F1 hasta que comenzó a salvar vidas. El brutal choque de Romain Grosjean en el Gran Premio de Sakhir de 2020, donde “Checo” Pérez consiguió su primera victoria, es ejemplo de ello. Al igual que el impacto en Italia en 2021 cuando el halo impidió que la llanta de Max Verstappen aplastara la cabeza de Lewis Hamilton, entre otros.

Jules Bianchi cambió la Fórmula Uno para siempre con su trágico accidente. De manera indirecta salvó varias vidas y, hasta la fecha, el gran circo y todos los que lo integran le rinden homenaje.

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