Tigres femenil se salvó del ridículo gracias a la ventaja numérica. Lo que estaba siendo un partido casi perfecto de Cruz Azul en el estadio Universitario terminó convirtiéndose en una noche amarga para las Celestes. Justo cuando las capitalinas soñaban con alcanzar el empate ante las líderes del Apertura 2024, una tarjeta roja cambió el destino del partido que terminó con un 2-0 en favor de las universitarias.

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La Máquina arribó al Volcán para competir de tú a tú contra un equipo de basta experiencia y calidad. Ese papel de víctima con el que las Celestes llegaron desapareció con el correr de los minutos. El primer tiempo fue una combinación de la poca precisión que Tigres mostró en varios sectores del campo y el meticuloso orden que Julio Cevada ordenó a sus dirigidas.

Tigres femenil cambió en la segunda mitad

En el complemento las Amazonas salieron con otra cara, con agresividad al frente, pero la visita no bajó los brazos. Cruz Azul no se dejó intimidar por las figuras locales. El futbol conjunto de Jenni Hermoso, Alison González y Lizbeth Ovalle no apareció, por el contrario, la determinación de Dalia Molina y Ana García ilusionaron a la visita.

Todo marchaba viento en popa para las Cementeras con el 0-0 en el marcador, pero una falta de Lia Martínez sobre González le costó la segunda amarilla. El Azul quedó vulnerable con una menos en el terreno de juego. De inmediato, todo el equipo felino, a excepción de Cristina Ferral se volcaron al ataque.

Tigres tardó en llegar al área rival pese a tener un elemento más y en las pocas veces que lo hicieron se toparon con la muralla llamada Alejandría Godínez. La malaria para Cruz Azul continuó con la lesión de su arquera, que hasta ese momento, era una de las figuras. Entre lagrimas, Godínez abandonó el partido. Jennifer Amaro, la joven guardameta suplente tuvo que entrar de manera emergente al duelo.

El gol llegó en extrema urgencia en los últimos 10 minutos del partido. Y de la única forma en la que las Amazonas fueron capaces de hacer daño, a balón parado. La Máquina eligió el peor momento para cometer un error y dejaron sola a Ferral dentro del área y la defensa no perdonó.

Minutos más tarde, ya con la moral lastimada y con poco aire en los pulmones, Rangel aprovechó la debilidad de la zaga visitante y puso el segundo en el marcador. El golpe fue definitivo y lapidario, el sueño de Cruz Azul se terminó en un par de minutos. Tigres se impuso, pero por momentos sufrió de más.

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