La situación de Dallas Cowboys es tan delicada que todo lo que ocurre alrededor de ellos suele magnificarse. El equipo de la Estrella Solitaria buscará romper su racha de dos derrotas en final cuando visite este jueves por la noche a los Giants, un rival al que le tiene tomada la medida y con el cual no pierde desde hace partidos. El dato resulta alentador para los Vaqueros, pero también peligroso, una derrota pondría la situación al límite.

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Dallas no empezaba con una marca de 1-2 desde la temporada 2020, la primera del coach Mike McCarthy. Las sensaciones que ha dejado en estos primeros tres partidos, sin embargo, son de un retroceso absoluto. Pocas cosas funcionan en los Cowboys, de ahí las críticas despiadadas.

Más allá del entorno delicado hay algunas cosas a las cuales aferrarse. En el último cuarto ante los Ravens mostraron signos de vida y eso es lo que buscarán mostrar ante Giants. El mariscal de campo Dak Prescott acumula 12 victorias en fila frente al equipo de Nueva York, además registra 10 triunfos cuando juega en jueves por la noche, dos factores que pueden elevar su confianza.

El quarterback ha tenido un arranque complicado, con apenas cuatro pases de touchdown y dos intercepciones. Dak no ha logrado estar a la altura de su contrato de 60 millones por campaña. Con la ofensiva inoperante, la misión es involucrar el ataque terrestre de inmediato. Dallas apenas corre un promedio de 73.7 yardas por partido, el tercer peor registro de toda la liga. Ezekiel Elliot y Rico Dowdle volverán a cargar con el backfield, a la espera de que Dalvin Cook sea activado para futuros compromisos.

Eso abrirá huecos a receptores como Cee Dee Lamb y Brandin Cooks, además del ala cerrada Jake Ferguson.

Dallas Cowboy quiere derrotar a New York Giants

Del otro lado, los Giants llegan con la motivación a tope después de conseguir su primera victoria de la campaña tras vencer a los Browns. El equipo de Brian Daboll ha mostrado cierta mejoría y esperan que eso alcance para poner en predicamentos a sus rivales divisionales.

El mariscal de campo Daniel Jones suma dos partidos sin intercepción y la química con el receptor novato Malik Nabers es evidente, al registrar tres touchdowns en el mismo número de encuentros. Más allá de lo que puedan hacer los Giants por aire, se espera que por tierra Devin Singletary aproveche el mal momento de la defensiva vaquera. Dallas permite en promedio 185.7 yardas terrestres por partido, el peor registro de toda la liga. Si los Cowboys no logran sellar los huecos por el centro, será una noche larga en Nueva York. Todo está puesto, ¿Dallas resurge, o se hunde?

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