Por años, los Jets soportaron lo que era enfrentar a los Patriots de Tom Brady y Bill Belichick como si una sentencia estuviera firmada de antemano. Cualquier cosa que no fuera una derrota era tomada como una sorpresa. El cambio de los tiempos. Sin embargo, les permite por primera vez después de muchos años encarar un duelo ante su acérrimo rival divisional con la etiqueta de favoritos.

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No es que los Jets sean un equipo imparable. Pero el hecho de tener a Aaron Rodgers y al resto de su ofensiva sanos les da cierto favoritismo. Después de una primera semana compleja. El quarterback se vio mejor en la victoria frente a los Titans al lanzar dos pases de touchdown y evitar entregas de balón. Eso le permitió al equipo de Nueva York mostrar sus armas al ataque. Con figuras como los corredores Breece Hall y Braelon Allen, quienes se cambiaron para más de 170 yardas totales y tres touchdowns.

Más allá del optimismo. Los Jets no la tendrán fáciles ante unos Patriots que han sorprendido en el arranque de la campaña. Al vencer a los Bengals y vender cara la derrota frente a los Seahawks, quienes tuvieron que llegar hasta el tiempo extra para sacar el triunfo. Nueva Inglaterra se apoyó en un poderoso ataque terrestre comandado por la dupla Antonio Gibson y Rhamondre Stevenson, quienes sumaron en conjunto más de 170 yardas. Y lograron apoyar a su mariscal de campo Jacoby Brisset, quien, a pesar de registrar números discretos, no regaló balones.

Los Jets buscarán ligar victorias ante los Patriots por primera vez en décadas. La campaña pasada lograron romper una racha de 15 victorias en fila, un triunfo que les dio confianza de cara al futuro.

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