El medio campo del América quedó mermado con la salida del hombre con más talento en los pies.
Diego Valdés tuvo que partir del terreno de juego luego de una entrada de Willer Ditta, no fue el impacto con el central de Cruz Azul lo que dejó a las Águilas sin ideas en la zona alta, fue la caída, con un duro golpe en la clavícula, el que hizo que los médicos amarillos comenzaran a correr.

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El kinesiólogo del club amarillo recorrió toda la cancha, le preguntó en una banda al andino cómo estaba y claramente le dijo que el dolor era demasiado.

Diego Valdés soportó hasta que pudo. Los últimos segundos del primer lapso fueron demasiado para el chileno, quien no pudo más y pidió su cambio de inmediato.

El director técnico brasileño André Jardine llamó de inmediato a Érick Sánchez. El Chiquito se alistó lo más rápido que pudo y se colocó en la línea lateral para entrar por el 10.

La gente comenzó a abuchear a Valdés, mientras Henry lo ayudaba a caminar rumbo a la salida. Como pudo, el sudamericano le deseó suerte a Sánchez y abandonó el campo. El doctor José Guadalupe Vázquez de inmediato le preguntó cómo estaba, a lo que Valdés, cabizbajo, solamente se lamentaba.

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El impacto de la baja del creativo fue tal, que América vio remontada su ventaja, primero, con la anotación de Giorgios Giakoumakis y después con el tiro al ángulo del Cuate Sepúlveda.

Además, no pudo generar mucho más desde la salida de su dorsal 10; cerraron el primer tiempo del Clásico Joven encerrados en su propia cancha.