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Las reglas y los reglazos
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Eduardo Brizio

16, agosto 2024 - 4:36

Sería el acabose

Una de las manchas indelebles que cubrieron los Juegos Olímpicos, París 2024, se presentó en la gimnasia. En la competencia individual de manos libres ocurrió un hecho vergonzante para el espíritu deportivo olímpico en donde los jueces hicieron un verdadero berenjenal, afectando gravemente el resultado.

Hubo tres gimnastas involucradas en la lucha por la medalla de bronce: 1) Ana Borbosu (Rumania) 2) Jordan Chiles (USA) y 3) Sabrina Voinea (Rumania).
Ana Borbosu se encontraba en el tercer puesto con 13,700 puntos cuando la norteamericana Jordan Chiles realizó sus ejercicios. Al percatarse (Ana) de que Jordan había obtenido 13,666 de calificación, estalló en júbilo al saberse poseedora de una presea.

Sin embargo, los entrenadores de Jordan (USA), reclamaron la calificación (protestando que no había sido tomado en cuenta, correctamente, el grado de dificultad de los ejercicios). Los jueces rectificaron y le subieron la calificación a Jordan (13,766) dejando fuera del medallero a (Ana) la rumana.

Resultó estremecedor observar como Ana pasó del festejo a la desilusión cuando sostenía la bandera de su país y esta se le cayó de las manos al enterarse de que había sido superada por Jordan.

Para acabarla de amolar, a la otra rumana, Sabrina Voinea, también “le jugaron chueco los jueces”. Había empatado en puntos con su compatriota Ana; pero, fue penalizada porque (según los jueces) había sacado un pie de la zona permitida para hacer sus evoluciones.

En gimnasia no hay VAR y una vez terminada la competencia se comprobó, video de por medio, que Sabrina (la otra rumana) no había sacado el pie y había sido injustamente penalizada.
Para no hacer largo el cuento, fue Jordan Chiles del equipo de las barras y las estrellas quien subió al pódium a recibir la medalla de bronce.

¿Quieren más?, pues las rumanas no se quedaron cruzadas de brazos y reclamaron ante el TAS, aduciendo que la “protesta” realizada por los “gringos” había sido extemporánea; toda vez que, solamente gozan de un minuto, una vez emitida la calificación, para hacerla y se había tardado un minuto con cuatro segundos en presentarla.

Así, 5 días después, despojaron de la medalla de bronce a Jordan (USA) y se la dieron a Ana (La rumana); mientras que Sabrina (la otra rumana) “terminó pagando los platos rotos”.
Ante tantas irregularidades, opino que hubieran compartido la presea las tres (una para cada una) aunque el hecho de haberlas privado de subir al pódium ya no tiene remedio.
Si una situación similar ocurriera en el futbol … sería el acabose.

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