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7, agosto 2024 - 14:34

┃ Héctor Alfonso Morales

En la Necrópolis de París hay 6 millones de cráneos humanos Foto Héctor Alfonso Morales

París.- “¡Detente! Éste es el imperio de la muerte”. Abajo de esa frase, hay una puerta que conduce a millones de huesos y cráneos humanos. Una especie de inframundo que habita el subsuelo de la capital francesa.

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La Necrópolis de París – o también llamadas Catacumbas- tiene un recorrido sombrío que pueden hacer los vivos para conocer la muerte. Sus pasillos son lúgubres, poco iluminados y húmedos pero lo suficiente para identificar con claridad los restos apilados. La vista es escalofriante y saber un poco de su historia lo es aún más: se calcula que seis millones de personas descansan ahí en los más de 300 kilómetros de túneles subterráneos.

Sin embargo, para los mexicanos podría no resultar tan impactante, debido a la costumbre del Día de Muertos, con toda la cosmovisión adornada con calaveras y huesos que se ven cada inicio de noviembre.
Para descender a las Catacumbas hay que bajar por 131 escalones y llegar a 20 metros de profundidad.

El camino es angosto y tiene zonas resbalosas por lo que es necesario andar despacio y con cuidado.
En el recorrido, se pueden notar los nombres de las calles que están en el exterior y mensajes que anuncian lo que hay en el lugar: “huesos de los antiguos cementerios de la Trinité y ST Leu Boulevard Sebastopol, depositados en 1859 en el osario occidental y trasladados a las catacumbas en ese mismo año”.

¿Qué es el periodo de Necrópolis?

La historia de la Necrópolis se remonta al siglo XVIII. Los graves problemas de salubridad que generaban los cadáveres obligaron al gobierno francés a prohibir los cementerios dentro de París y al aire libre. La solución fue llevar los restos humanos al subsuelo en los límites de la capital.

Ese sitio, en sus inicios, servía para la explotación de canteras y extraer piedra que servía para distintos fines como la escultura y la construcción, hasta que Luis XVI prohibió esa actividad cuando se realizaba debajo de una vía pública. Más tarde, en 1780 se anunció el cierre del cementerio de los Santos Inocentes por lo que se comenzó con el traslado de los esqueletos humanos hasta 1860.

A principios del Siglo XIX se abrió al público y desde entonces ha llamado la curiosidad de turistas. Se calcula que cada año, 600 mil personas visitan las Catacumbas, ese sitio que aloja que avisa que los parisinos caminan sobre millones de cadáveres.

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