Hace algunos meses, cuando Prisca Awiti dijo que se sentía capaz de ganar una medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024, sus palabras parecían como sacadas de un cuento. La judoca mexicana sentía cómo una fuerza inexplicable crecía dentro de ella para conseguir la presea de plata en la categoría de -63 kilogramos. Nada más fuerte que sus manos, sus piernas y su cabeza.

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La historia de Prisca Guadalupe Awiti Alcaraz se escribió de varias formas. La judoca apeló a la rapidez para vencer a su primera rival, Nigara Shaheen, en apenas 30 segundos. Posteriormente dejó en el camino a la polaca Angelyka Szymanska y a la austriaca Lubjana Piovesana, en un combate dramático que se fue a punto de oro. Pero Prisca Guadalupe, quien debe su nombre a sus dos abuelas, era una gigante en el tatami.

Prisca se metió a la zona de medallas y luego a la lucha por el oro en una jornada frenética. Apenas había tiempo de procesar un combate cuando de pronto ya había otro. La voz comenzó a correrse en todo París que había una mexicana que podía a subir al podio y sus compatriotas acudieron al llamado. La judoca derrotó en semifinales a la croata Katarina Kristo y la lucha por el oro era algo parecido a un sueño. Prisca celebraba cada victoria con emoción y lágrimas.

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¿Por qué la mamá de Prisca Awiti vio la competencia fuera del complejo de París 2024?

Afuera, en uno de los restaurantes, su mamá observaba sus combates. La señora atendía con amabilidad a los medios de comunicación que buscaban sus reacciones. “Yo no entro, no me gusta, porque si entro me va a dar un infarto”, dijo doña Lola, a quien a quien Prisca le debe su parte más mexicana. La otra, la keniana, se la debe a su padre, y la inglesa al destino que la hizo nacer en Gran Bretaña.

Fue el 2018 cuando la judoca decidió defender la bandera de México, tras unos años como seleccionada británica. Prisca encontró en el país un terreno fértil para mostrar su talento. De a poco fue subiendo hasta llegar a la élite, nunca tan alto, sin embargo, como la tarde de este martes, cuando se consagró como subcampeona olímpica tras caer en el duelo por el oro ante la eslovena Andreja Leski, en un duelo fulminante en el que terminó rendida en el tatami, pero no en espíritu.

La plata se celebró con el valor que merece una presea histórica, la primera para México en esta disciplina. Afuera de la arena Campo de Marte su madre celebraba cauta, sabía que su hija quería el oro, y como toda madre, solo quería ver cómo estaba. El encuentro se dio una después de la premiación. “La plata está bien, disfrútalo”, le dijo Doña Lola, pero Prisca quería el oro, lo sintió cerca.

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La bandera de México subió al podio por segunda vez en los Juegos Olímpicos de París 2024, tras el bronce que sumó el equipo femenil de tiro con arco. Un inicio prometedor después de apenas tres jornadas.