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29, julio 2024 - 3:59

┃ José Ángel Rueda / ENVIADO

Kevin Berlín y Randal Willars en la final de plataforma 10m. FOTO: Luis Garduño | ESTO

Para los mexicanos, clavados es de los pocos deportes que les permite sentirse favoritos. La sensación no es menor, porque a las competencias se llega con una especie de confianza, acaso desconocida en otros ámbitos. Así llegaron Kevin Berlín y Randal Willars a los Juegos Olímpicos de París, y todos los mexicanos que los acompañaron, en la búsqueda de una medalla que finalmente no llegó, pero estuvo cerca, a tan solo 3.49 unidades de Canadá.

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A la plataforma de 10 metros se le mira con respeto, por más que luzca casi pequeña ante inmensidad del Aquatic Centre, escenario que Francia construyó con esmero, sobre todo en el techo de madera que simula las olas del mar.

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Ahí tiraron los mexicanos sus clavados en la plataforma sincronizada, una prueba en la que había especial ilusión por los resultados previos.

¿Por qué no consiguieron medalla Kevin Berlín y Randal Willars?

Los mexicanos comenzaron bien, pero errores en el cuarto y en el quinto clavado les impidieron subir al podio. Primero fue Randal quien estuvo un poco rodado, y luego fue Kevin el que se equivocó. Este último error fue especialmente doloroso porque fue en el penúltimo clavado, el de mayor grado de dificultades para la dupla.

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De haberlo ejecutado bien la hazaña de meterse al podio lucía posible. Canadá, mientras tanto, supo aguantar la presión y no falló en sus ejecuciones.

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Los mexicanos cerraron bien en su último salto, incluso se acercaron peligrosamente al país de la hoja de maple. Por un momento los aficionados mexicanos, esos que gritaban “México, México” cada que el rol volvía a tocar, contuvieron la respiración. En las pantallas la dupla tricolor se ubicó momentáneamente en el segundo sitio, pero faltaban los británicos y los chinos, así que la esperanza fue efímera.