El América camina acompañado de la luz que irradia la estrella de Henry Martín. El delantero indica el sendero del triunfo, sus destellos sean de gol o asistencia han nutrido de soberbia al equipo más ganador de la Liga MX. Si festeja, el triunfo está cerca de la camiseta emplumada.

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Anoche, a Martín les bastaron unos cuantos suspiros para que su fulgor decretara que los americanistas tenían que celebrar ante Querétaro 3-1 en el estadio Ciudad de los Deportes, su nueva, aunque casi vacía casa. Un pase para anotación y un doblete de Henry desataron los gritos de felicidad a los que se han acostumbrados los fans emplumados.

¿Quién marcó los goles en el América vs Querétaro?

Primero, tocó con genialidad un centro de Zendejas para que Javairo Dilrosun sólo empujara (1’). Más tarde, anidó un cabezazo picado (8’) y el amanecer de la segunda mitad marcó su segundo del duelo (55’) y su tercero de la temporada.

Acciones que a la Selección Mexicana cómo le hicieron falta en la pasada Copa América. Quizá la decisión de no llamar al delantero del América le costará el trabajo a Jaime Lozano, quien parece alejarse del banquillo de México. ¿Relevo generacional? El ariete águila lo pone en duda cada que salta a la cancha, porque parece que está mejor que nunca y no existe entre los jugadores mexicanos uno que siquiera se le acerque, ni siquiera Santiago Giménez. Los campos de Estados Unidos fueron testigos de eso.

Pero a esa marginación del torneo continental en el que los mexicanos dieron pena, Martín le dio vuelta rápido. El ataque del América siempre lo encuentra como una brújula. Su presencia es referencia, un eje que juega y hace jugar a sus compañeros. Encontrarlo desmarcado es demasiado fácil, apostar por él como el delantero titular representa la tranquilidad en el rostro del técnico André Jardine, quien terminó desencajado la semana pasada en la caída sorpresiva ante San Luis.

Anoche fue distinto. Martín se cargó a las Águilas al hombro y les regresó la sensación de ganar, aunque sea Gallos, uno de los equipos que navegan siempre por debajo de la línea de la mediocridad.

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El marcador final alegró a los corazones del vigente bicampeón y dio indicios de que el americanismo puede pensar en el tricampeonato. Mientras, los bíceps de Henry, en cada festejo anotador, se elevaron al cielo y mostraron su fuerza. En esos músculos de delantero estrella descansa el éxito del América.