13, junio 2024 - 6:00
Hugo Sánchez disfrutó el 2004 por el bicampeonato de sus Pumas / Foto: Oswaldo Figueroa
Hugo Sánchez, coleccionista de éxitos, figura legendaria que levantó trofeos en donde quiera que estuvo. Como jugador, un crack, amante del gol y genio de la definición. En su faceta de entrenador, un maestro de la mentalidad ganadora que llevó a los Pumas a conseguir un bicampeonato en 2004 y ganarle al galáctico Real Madrid en su casa para quedarse con el Trofeo Santiago Bernabéu.
En la memoria del mítico Pentapichichi, los recuerdos de hace 20 años aún siguen vivos. Se le alegra el corazón, después de lograr lo que nadie, hasta ese momento, había hecho: ganar dos torneos cortos consecutivos en la Liga MX. Drama, felicidad y energía positiva fueron las sensaciones de aquellos momentos que el Pentapichichi recuerda con melancolía.
“El 2004 fue un año especial, diferente, único, con esa energía que se percibió por el cumplimiento de nuestro deber. Era el 50 aniversario (de Pumas, fundado en 1954). Hemos hecho celebraciones internamente en el club, con los jugadores, con esa energía positiva. Fueron anécdotas muy bonitas, reuniones, asados, comidas, tacos, convivencia bonita. Lo que había era mucha alegría, mucha amistad, mucha unión, la Mística Puma, la mentalidad, la garantía de Ciudad Universitaria. Utilizamos mucho su energía positiva”, rememora Hugol en entrevista exclusiva con ESTO, al recordar el “bi” felino que cumple dos décadas de haber iniciado.
Antes de coronar dos veces a los auriazules, Hugo Sánchez había tenido una primera aventura en el club en el año 2000. Sin embargo, el escaso apoyo de la directiva, encabezada en ese momento por Javier Jiménez Espriú, desembocó en su salida. Vino la revancha en 2001, ahora sí, con el respaldo incondicional del rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, y el presidente de los Pumas, Arturo Elías Ayub.
“Ya cuando regresé, fue con mucho apoyo de parte del rector (De la Fuente) y entonces me sentí protegido, me sentí respaldado. Cuando llegó el 2004, me dice ‘Hugo: este año es un año especial porque se cumplen 50 años de aniversario del club y desearía que saliéramos campeones’. Le dije: ‘mire, necesito que me apoye al cien por ciento y me comprometo’. Así fue, nunca había tenido tanto respaldo y tanto apoyo de una persona trascendental como fue el rector que fue pieza clave para que me diera esa confianza”, apunta el Pentapichichi.
Desde ese momento, salió lo mejor de Hugo como estratega. “Eso (el respaldo), me ayudó para poder soltarme y mostrar todo lo que podía servir como director técnico para dominar todas las áreas en lo físico, técnico, táctico, estratégico y psicológico. Eso me ayudó muchísimo para lograr el bicampeonato y luego (ganar) el partido contra el Real Madrid”.
¿CÓMO VIVIÓ HUGO SÁNCHEZ EL CAMPEONATO CONTRA CHIVAS?
El 13 de junio de 2004, Hugo Sánchez le dio un beso al trofeo de campeón del futbol mexicano. Alzó los brazos, abrazó el cetro y tuvo la sensación de felicidad, pues cumplió una meta más en su vida.
Ese triunfo fue dramático ante Chivas. La ida de la serie final quedó 1-1 en el estadio Jalisco y la vuelta quedó 0-0 en tiempo regular y los tiempos extra. Vino la tanda de penaltis. Hugol vio la cara de sus jugadores y supo que el título se quedaría en Ciudad Universitaria para que Pumas rompiera una sequía que databa desde la temporada 1990-91.
“Ese título fue maravilloso porque estaba convencido y seguro que íbamos a ganar la final ahí en Ciudad Universitaria contra Chivas. Todos (mis futbolistas) jugaron muy bien, pero esa parada milagrosa de (Sergio) Bernal, ahí con la pierna cuando faltaban pocos minutos para que terminara el partido, era ya que el destino estaba establecido”, afirma Hugo.
“Ya llegaron los penaltis y estaba tan seguro que iba yo viéndole a los ojos a los jugadores para decirles quiénes iban a tirar. Nos quedábamos siempre después de los entrenamientos a tirar faltas, a mandar centros, a tirar penaltis y un poco hacíamos de todo y ahí observando quiénes eran los especialistas o los que podrían tener la certeza de meter el gol. Entonces, tanto fue así que el que nunca había tirado un penalti en partido oficial fue Joaquín Beltrán (lo metió). Era tal la seguridad y la mirada que me mostró que fue uno de los señalados. Luego estuvieron Ailton, Francisco Fonseca, Jaime Lozano, Joaquín del Olmo…todos estaban con un convencimiento tremendo. Estaba tan seguro y yo les transmitía seguridad y pues ellos se sentían confiados y motivados”.
Todos los felinos acertaron en la tanda y Chivas falló. En ese momento, Hugo sintió “una alegría tremenda, cuando vimos que el penalti de Rafa Medina lo echó para arriba. Me sentí feliz porque estaba consiguiendo una de mis metas y objetivos que tenía como técnico que era salir campeón con Pumas nuevamente. Ya lo había hecho como jugador dos veces y ahora quería hacerlo como entrenador”.
¿CÓMO SE DIO LA INVITACIÓN PARA DISPUTAR EL TROFEO SANTIAGO BERNABÉU?
El nombre de Hugo es legendario en España. Sus cinco Pichichis lo avalaron como un goleador de época en una de las ligas más exigentes del mundo. Pasaron los años y el ex delantero mexicano se convirtió en técnico de los Pumas. Un buen día de 2004, recibió una llamada de su buen amigo, Emilio Butragueño, con quien compartió páginas de gloria con el Real Madrid en la década de los 80 del siglo pasado.
El motivo del contacto del Buitre era para invitar a Hugol y a los Pumas a disputar el Trofeo Santiago Bernabéu. El Penta no lo pensó, aceptó y alistó a los suyos a emprender la expedición a la Casa Blanca merengue. Pero no sólo a ser un comparsa, sino a ganar al gigante español. Hugo Sánchez quería volver a conquistar Madrid…y lo logró.
“Estaba muy ilusionado de que fuésemos (a España). Empecé a preparar a los jugadores porque era el partido soñado, el de nuestras vidas. En una charla que de las tantas que hacía con ellos les preguntaba: ‘oigan, ¿ustedes creen que hay mucha diferencia entre el futbol europeo y el mexicano?’ y me dicen: ‘sí, sí es muchísima la diferencia’. (Les respondía), ‘pues no, no es tanta, yo ya estuve allá y no se crean. Todo es cuestión mental es muy poquito y ese poquito se puede sustituir mentalmente’”, cuenta.
“Desde ese momento, les empecé a preparar para mentalizarles y hacerles ver que si ellos se lo creen, podemos ganar al Real Madrid. Fue un trabajo psicológico que hice de mentalización; estábamos entrenando en México y yo ya les hablaba del partido contra el Real Madrid; había que prepararnos, capacitarnos porque puede ser el partido de su vida que pueden trascender para siempre y fue un trabajo muy agradable, muy bueno”, resalta Hugo.
Una vez en España, el plantel y cuerpo técnico de Pumas tuvo una comida con la plana mayor del club merengue, previo al partido del 31 de agosto de 2004. Ahí, Hugo Sánchez le advirtió a Florentino Pérez que Pumas ganaría el Trofeo Santiago Bernabéu.
“Me senté a su lado (de Florentino) y me dice: ‘¿cómo está el partido? ¿Cómo lo ves?’ Le digo: ‘Presi, lo siento, pero le vamos a ganar’ y me responde: ‘no me digas eso, me lo dices tan seguro como siempre’ y le contesto: ‘sí, lo siento, pero le vamos a ganar’. Ahí me estaba escuchando Emilio (Butragueño)”, narra un orgulloso Penta.
Vino el triunfo puma con gol de Israel Castro, ante un Madrid que alineó a David Beckham, Michael Owen, Luis Figo y Zinedine Zidane, los llamados “Galácticos”. Hugo levantó el cetro en el mismo estadio donde alguna vez gritaron sus goles.
Butragueño, tras la conquista auriazul, se le acercó a su excompañero. “Cuando terminó el partido, estaba ahí Emilio afuera del vestidor y me dice: ‘qué sinvergüenza eres, qué sinvergüenza, qué seguridad, no te cansas de mostrar la seguridad que has demostrado siempre’. Le digo: ‘Emilio, es que venir tan lejos y no venir preparados como para pensar en que les podemos ganar… ‘. Fue una alegría, una motivación y la confianza tremenda“, describe el ex técnico auriazul con una satisfacción que inmune a los estragos del tiempo.
¿CUÁL FUE EL SELLO DEL PUMAS BICAMPEÓN?
La conquista del Bernabéu impulsó a los Pumas de Hugo. Si bien, durante la fase regular del torneo, los felinos sufrieron para entrar a la Liguilla, tuvieron la sabiduría de su entrenador.
“Afrontamos el segundo campeonato, en este caso el del bicampeonato. Fue un tiempo bonito porque preparamos muy bien el torneo para ganarlo. Quiero recordar que jugamos un partido con suplentes, incluyendo a mi hijo Hugo, que perdimos con Chivas (en la última fecha), para quedar en octavo lugar. Quedando así íbamos a enfrentarnos a Veracruz, que en ese entonces estaba Cuauhtémoc Blanco jugando ahí. Iban en primer lugar y nos íbamos a enfrentar el uno contra el ocho”, explica el Pentapichichi.
“En la otra llave nos íbamos a enfrentar, no sé si a Cruz Azul o algún equipo que en ese momento para mí me resultaba más peligroso. Y salió bien porque fuimos avanzando hasta llegar a la final, allá en Monterrey.
Pumas ganó la serie a Rayados (3-1 global), lo que potenció aún más la leyenda de Hugo: “la ida y la vuelta fue apoteósica, de mucha felicidad, y luego ya lo festejamos nuevamente en el Ángel de Independencia. Fueron tiempos de melancolía, de mucha alegría y mucha felicidad, porque recuerdo, cuando terminó el partido, que ya estaba consiguiendo una de mis metas y objetivos que quería. Gané dos títulos de jugador, y los dos títulos de entrenador, entonces ya estoy en paz y he cumplido con la familia puma”.
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El estratega bicampeón había diseñado a un Universidad con la mentalidad de ganar cinco títulos de manera consecutiva, “conseguimos dos, me echaron de Pumas (en 2005). Creo que no lo merecía, pero no me apoyaron y me sustituyeron”.
Sin embargo, la huella del Pentapichichi sigue ahí. Marcó el 2004 como su año, cuando el felino lo ganó, con la dirección del eterno ganador Hugo Sánchez Márquez.