Si hace un año, alguien le hubiera dicho al dominicano Bayron Matos que tendría la oportunidad de jugar en los Miami Dolphins no lo habría creído.

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Potenciado por sus 2.07 metros de estatura y una velocidad poco común para un cuerpo que supera los 130 kilogramos, el joven de 23 años se preparaba para jugar baloncesto en España, hasta que una invitación para formar parte del programa International Player Pathway de la NFL lo cambió todo.

Bayron Matos practicaba beisbol y baloncesto

El gigante, nacido en el barrio de Los Mina, en Santo Domingo, no desconocía el futbol americano, deporte al que llegó después de haber practicado el beisbol y el baloncesto. Sus capacidades atléticas le permitían destacar en las tres disciplinas, pero había que elegir una. “Fui a ver una práctica y me encantó, porque el futbol americano me define como persona, era rápido, se habla mucho, la adrenalina, todo lo que incluye el juego. Entonces. Tres días después volví al entrenamiento, y ellos me aceptaron en el equipo, en ese tiempo yo jugaba defensa, fue un año en el que pude aprender muchas cosas del juego que no sabía”, explicó Bayron en su primera conferencia de prensa con el equipo de Miami.

Sin saberlo, aquellas prácticas le permitieron sentar las bases para ser considerado un prospecto y probar suerte en la NFL. El liniero ofensivo no fue elegido en el Draft, pero una vez que éste concluyó, llegó la llamada de los Dolphins. El momento fue emotivo, porque abría una puerta que hasta entonces parecía cerrada. “Esas fueron las 48 horas más largas de mi vida. No fui escogido en el draft, pero sí pude tener la llamada después del draft con los Miami Dolphins, hablé con uno de los coaches. Me puse a llorar, porque yo había trabajado muy fuerte para este momento”.

Bayron tardó un tiempo en asimilar la noticia, pero el ritmo de la temporada baja en la NFL es frenético. Integrado al equipo, con el sabor latino como su distintivo, el dominicano ya tuvo la oportunidad de practicar bajo las órdenes de los coaches. No hubo tiempo de adaptación. “Son muchas cosas técnicas, muchos detallitos que hay que corregir. Los pequeños detalles aquí en la NFL son lo más importante”.

Sin importar el deporte, Bayron es un portento físico. Su corpulencia le permite competir con jugadores que llevan toda su vida practicando el futbol americano. “No es fácil. Estoy caminando, como decimos nosotros los dominicanos, en otras aguas. Un deporte muy diferente, un deporte que no se juega en mi país, tan famoso como la pelota, el baloncesto, el voleibol. Es algo muy diferente. Pero algo que siempre he dicho y que siempre da resultados, se llama trabajo. Si tú trabajas fuerte, trabajas sin parar, cosas buenas van a pasar. Tuve que trabajar más fuerte que los otros jugadores, porque ellos tienen experiencia, tienen 15 años jugando, y yo tengo que trabajar ese diez, veinte, cien por ciento más extra que ellos para poder estar aquí”.

“Yo siempre he dicho que talento sin disciplina no es nada. Puedes tener talento, puedes tener todas las cualidades, puedes tener la rapidez, puedes tener todas las cualidades que Dios te dio, pero si tú no tienes disciplina, no vas a ningún lugar. El talento total, el físico, el tamaño, la rapidez, pero yo trato de poner la disciplina al frente, que sea como mi escudo. Disciplina dentro y fuera del campo, disciplina en todas las áreas, la disciplina te puede llevar muchas veces más lejos que el talento”, cerró.

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