A Hera y Olympia las une el amor por la lucha libre arriba del ring, pero el lazo sanguíneo les otorga una conexión inigualable arriba del cuadrilátero, misma que hasta la fecha ha sido su arma más poderosa contra sus rivales. Ambas amazonas del Consejo Mundial de Lucha Libre viven un momento de gloria en las arenas de la empresa, atesoran el cariño de la afición y buscan capitalizarlo lo más pronto posible convirtiéndose en una dupla de época en el pancracio nacional.

Tal vez te interese: El CMLL celebrará los 20 años de uno de sus grandes ídolos

Forjar una dinastía de poder en el roster femenil de la empresa es algo que sueñan, emular a gladiadoras como Rossy, Cynthia, Alda y Esther, las hermanas Moreno, que dejaron un legado imborrable en este deporte, es una meta que planean cumplir. “Tenemos lo principal, que somos hermanas, tenemos los recursos, las capacidades y porqué no… hablar de apellidos como las Moreno, es hablar de mucha historia, así que si Hera y Olympia lo pueden conseguir será otro sueño cumplido”, comentó Olympia ante los medios de comunicación.

“Siento que podemos hacerlo sin pecar de vanidad o soberbia. Eso lo va a hablar el trabajo, trabajo duro y constante, que es lo que hemos hecho hasta el día de hoy. No ser conformistas, porque todas venimos con hambre de triunfo y cada una quiere demostrar el porqué está dentro de la lucha libre”, agregó.

Por su parte, Hera, hermana menor de Olympia coincidió con la idea. “No es que tengamos soberbia ni que se nos haya subido, pero cada entrenamiento nos cuesta. Ver reflejado en nuestras luchas nos da la fuerza para decir que nosotras estamos preparadas para ser una dinastía que esté consolidada aquí en la Arena México, y que sea una de las nuevas pioneras de la Arena”.

Hera y Olympia tienen mucho respeto y amor por la lucha libre

Ambas denotan un amplio respeto por la profesión. Al venir de una familia de luchadores, conocen perfectamente que el camino no es fácil, sin embargo, han forjado su camino y esperan algún día ser los estandartes de la empresa a nivel internacional.

“No se nos ha regalado nada. Lo hemos ganado a base de trabajo. Así mismo vamos a ganar ese lugar de poder ser el rostro de la empresa, pero finalmente del trabajo es él que va a hablar. Me encantaría mañana despertar y ser el rostro del Consejo Mundial, pero de soñar se vive… Pero no se sobrevive. Entonces debemos trabajar para hacer que los sueños se vuelvan realidad y creo que Hera y Olympia podemos cumplir nuestro sueño como hasta ahora” agregó Olympia.

Olympia, confesó que al inicio de sus carreras el ser hijas de El Valiente, uno de los profesores más respetados de la empresa coliseina, les jugó un poco en contra, o al menos en su caso, ya que las comparaciones llegaron a afectarle. “Lo que me comía era el miedo al fracaso o a fallar. Siempre el ser hijas de es ‘tiene que ser como el papá, o hacer lo que el papá’. Finalmente nunca voy a ser mi papá, mi hermano, ni mi hermana, simplemente soy yo desarrollando mis capacidades y mi talento”.

¿Hay envidia entre las hermanas?

Una de las claves para compaginar tanto en el encordado ha sido el complementarse una con la otra. Hera, quien tiene una personalidad más alegre y extrovertida es la parte que le aporta locura a la dupla, mientras que Olympia, un poco más reservada, nivela las emociones de su hermana y mantiene la concentración de la esquina. A parte, en su esquina no existe el celo de que una destaque más que la otra, lo cual consideran otro factor importante para ocupar el lugar que hoy poseen en las carteleras.

“No hay envidia o celo. Cada quien va ganándose su lugar, puedo decir que mi hermana tiene mas experiencia que yo dentro del ambiente luchístico. En lugar de tomarlo como algo malo lo tomo por el lado de aprender. Siempre me ha gustado aprender de la gente que me rodeo. En este caso de mi hermana, envidia no, me alegran sus triunfos, las oportunidades que ha tenido”, apuntó Olympia.

¡Ya tenemos canal de WhatsApp! Síguenos, activa la campanita y recibe las noticias deportivas

Por su parte, Hera comentó lo siguiente. “De mi lado no soy una persona envidiosa. Al contrario me agrada mucho la gente que crece y quiero crecer con ellos, mi hermana es una de ellas. Ella es una inspiración en toda la extensión de la palabra y lo que ha hecho para estar aquí para mí me enorgullece estar con ella. No hay envidias y sé que de su lado tampoco, eso nos hace una pareja más fuerte, estoy muy orgulloso de estar con ella”.