5, mayo 2024 - 16:50
Emilio Maurer cree que Menotti sí pudo trascender con Selección Mexicana / Foto: Oswaldo Figueroa
El futbol mexicano y César Luis Menotti no estuvieron alejados nunca. El Campeón del Mundo con Argentina, vivió una breve estancia en la Selección mexicana allá por el año de 1991.
El Flaco, quien recién dejaba atrás su paso con el Peñarol de Uruguay, comenzó a tener pláticas con el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Francisco Ibarra García de Quevedo y con una de sus manos derechas, Emilio Maurer.
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Según cuenta el propio Maurer, fue “cuestión de cinco minutos”, para convencer al argentino campeón del mundo, para llegar al banquillo Tricolor.
En plática exclusiva con ESTO, Emilio recordó aquella charla en la que conoció al Flaco, al que sintió que podría cambiar la historia del futbol mexicano, pero no lo dejaron por interesas externas al futbol.
“Lo recuerdo bien, fue muy fácil, no teníamos entrenador para México y era difícil en ese tiempo. Algunos entrenadores no quisieron tomar el mando por la situación que había, la forma en la que se vivía y la campaña contra nosotros como directivos desde Televisa”, comenzó a narrar.
“Recuerdo que le hablamos por teléfono a Menotti, nos dijo que le interesaba mucho, por la clase de futbolistas y el reto. Nos pidió vernos en Miami a Paco Ibarra y mí. Hicimos el viaje, nos vimos ahí y en cinco minutos nos arreglamos”, añadió.
Para Maurer, el cambio de dirección en la Femexfut desilusionó al Flaco, quien poco a poco cambiaba la forma de ver el futbol en México. “Menotti vino, se entregó en cuerpo y alma, quiso salir adelante aún con tantas complicaciones. Luego no lo dejaron, cuando supo que nos sacaron a la mala del puesto, dijo ‘yo no voy a hablar con nadie que no sea Paco Ibarra o Emilio Maurer’. Siempre fue un caballero, creo que pudo haber hecho mucho por nuestro futbol, pero repito, no lo dejaron”.
Emilio Maurer asegura que a César Luis Menotti “no lo dejaron trabajar” en Selección Mexicana
La salida de Ibarra García de Quevedo y Maurer, no significó el fin de la era del Flaco al frente del equipo de todos. Aunque Emilio tuvo claro que no iba a durar en el cargo por la situación que vivían. “El Flaco tenía toda la ilusión de quedarse en México, cuando nos sacan. Le insistimos, le pedimos que se quedara y él aceptó, aunque no iba a trabajar con nosotros. Pero, la verdad, supe que no iba a durar mucho por los intereses que se manejaban. Fue una pena que se fuera de la forma en la que se fue, pero yo me quedo con la amistad que forjamos. Y el cariño que nos tuvimos, porque siempre fue un caballero, dentro y fuera de la cancha”.
Incluso, fue Maurer el que trajo al argentino a la dirección técnica del Puebla, todo gracias a la amistad que los caracterizó. “En ese momento tuvimos una relación más que de directivo y entrenador, fuimos amigos, así fue toda la vida, también vino a Puebla a ayudarnos. Cuando el Puebla estaba en segunda, tuvimos una gira por argentina y él estuvo dispuesto a darnos consejos y dirigir al equipo”, dijo.
Recordó su etapa en el banquillo del Cuauhtémoc “cuando lo llamamos, yo fui a recogerlo al aeropuerto y la prensa le preguntó el por qué vino, la respuesta me dejó sin palabras. Mostró una vez más quién era, él dijo que había venido porque un amigo lo había invitado. Desde ese momento, supe que la relación con el Flaco iba más allá de lo profesional. Es una pena que se haya ido”, sentenció Maurer para el Diario de los Deportistas.
César Luis era un filósofo de la vida y el futbol, asegura Maurer
Dolido por perder a uno de los amigos que el futbol le dejó, Emilio Maurer, ex directivo del Puebla, recordó a César Luis Menotti. Conmovido y entre lágrimas, aprovechó las páginas del Diario de los Deportistas para dejarle un mensaje a una de las personas que más enseñanzas le dejaron, no sólo en lo profesional, también en la vida.
“Lo siento en el alma, fue un gran amigo, un gran hombre, excelente ser humano, realmente me hace sentí muy triste y recordar tantas cosas buenas que yo tuve con él, las lágrimas se me escapan, Dios lo tenga en su regazo”.
Lo describió como un hombre distinto y que dejó una huella marcada, tanto en su país, como en todos aquellos que lograron conocerlo. “Gran amigo, mejor persona, una gran persona con la que quisimos cambiar el futbol mexicano. Era un filósofo de la vida y del futbol. Leal, entregado, me apena, es parte de la historia de mi vida, una gente que siempre apoyó, siempre quiso que saliéramos adelante. Lo quisimos con todo el cariño del mundo, trató y se unió a la lucha, olvidándose que era complicado todo, qué gran persona era”.
Siempre tuvo contacto con el Flaco, por eso, sabía que su amistad iba más allá del futbol o la lejanía que tenían en cuanto a distancia. “Hablé hace como seis o siete meses con sus hijos, ya estaba enfermo, pero siempre me reporté, sobre todo por nuestra amistad. Le mandé recado con sus familiares, voy a ponerme a sus órdenes, como él lo haría”.
Decirle adiós no fue fácil. “¿Qué me hubiera gustado decirle? Me hubiera encantado verlo una última vez o al menos decirle, César, de verdad, te agradezco lo que hiciste por mí, por tu amistad, por la forma en la que siempre nos llevamos, te quiero, te quiero un chingo, me hubiera encantado decírtelo más, muchas gracias por todo y por tu entereza, gracias amigo”, sentenció.
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