El pasado sábado, en la madre patria, concretamente en el Estadio de La Cartuja, en Sevilla, se disputó una edición más de la final de la Copa del Rey entre el Athletic de Bilbao y el Deportivo Mallorca.

Los ojos de la afición mexicana siguieron muy de cerca las acciones; toda vez que, Javier el “Vasco” Aguirre es el timonel del Mallorca y todos soñábamos con que lograra la hazaña de, con un equipo de medio pelo, llevar la Copa a las vitrinas del club.

Sin embargo, el diablo metió la cola y por la vía de los fatídicos disparos desde los once metros para definir un ganador el Bilbao logró ceñirse la corona.

Esto provocó que muchos “porristas patrioteros”, de inmediato y pese a la derrota, alzaran la voz afirmando que “Javier Aguirre es el mejor director técnico mexicano de todos los tiempos” ¡Quiero creerles!

Lleva 28 años dirigiendo y solamente tiene: un título de liga con el Pachuca, una Copa Oro con el Tri y recientemente una Concachampions con Rayados.

Lo que me pareció inadmisible e irrisorio fue el “discurso” pronunciado por el “Vasco” una vez terminado el partido, durante la conferencia de prensa, queriendo “dormir al velador”.

Se aventó la puntada de afirmar, a manera de justificación que: “Los penales son una moneda al aire, a cara o cruz” ¿Perdón?

Luego entonces, desde su óptica el anidar la pelota en el fondo de las redes en la ejecución de una pena máxima: no depende de la destreza del cobrador, tampoco de su temple para sobreponerse a la presión, ni de la técnica individual, mucho menos de haberlo ensayado y perfeccionado hasta el cansancio ¡No!, resulta que “es una moneda al aire”. Como dijo el gringo: “No me eche inglés”.

Del mismo modo, se tomó también el atrevimiento de afirmar: “vendimos cara la derrota”.

No están ustedes para saberlo, estimados lectores del Diario de los Deportistas; pero de los recuerdos de mi infancia solamente puedo rescatar con la Selección “honrosas, derrotas, de cara al sol, vendiendo caro el revés” … me volvió a sangrar la herida