Zapopan.- América como en su casa. Con un horario programado por Concacaf, André Jardine y Henry Martín tuvieron que adelantarse al plantel del América para el reconocimiento de cancha.

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Tanto el entrenador como el referente en ataque azulcrema llegaron minutos antes y tuvieron que esperar al resto de jugadores del plantel en el Akron.

En plena conferencia de prensa, el camión amarillo llegó. Con la música como principal distractor, los futbolistas azulcremas observaron que los dos líderes estaban en plena conferencia de prensa y comenzaron a saludar a la mayoría de las cámaras, todo como muestra de una unión total del plantel.

“Capi, le dije que no viniera”, dijo Diego Valdés refiriéndose a Henry Martín, mientras que a la Bomba solamente se le ocurrió sonreír y saludar a todos los suyos, un error inmenso, pues todos comenzaron a levantar la mano para saludarlo como si fueran niños.

Alejandro Zendejas, Julián Quiñones y Javairo Dilrosun fueron los más cómicos, se acercaron lo más que pudieron y hasta caras le hicieron a un Jardine que mantuvo la calma pese a las burlas de sus jugadores.

“Venga Henry, venga Bomba”, le gritó Emilio Lara a su capitán, mientras el delantero asentaba con la cabeza en señal de agradecimiento con el juvenil y de cierta forma seguirle la broma al Pelón.

Los últimos jugadores fueron Igor Lichnovsky, Kevin Álvarez y Richard Sánchez, todos con audífonos al máximo volumen, pues ni siquiera se dieron cuenta de lo que había sucedido unos segundos antes.
América, previo al juego, pintó el Akron de azulcrema, entre camaradería, bromas y un respeto